Las semillas llevadas al espacio por Chang'e-4, la misión china a la cara oculta de la Luna, ya brotaron, según informó la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC).

Es la primera vez que cualquier materia biológica crece en la Luna, algo que es visto como un paso relevante para la exploración espacial a largo plazo.

La Chang'e 4 es la primera misión que llega a la parte más lejana del astro, la que no está orientada hacia la Tierra.

Alunizó el 3 de enero con instrumentos para analizar la geología de la región.

En la Estación Espacial Internacional ya han crecido plantas con anterioridad, pero nunca en la Luna.

La habilidad de cultivar plantas en la Luna será esencial para las misiones espaciales a largo plazo, como los viajes a Marte, que tardarán hasta dos años y medio.

Esto significaría que los astronautas podrían potencialmente cultivar su propia comida en el espacio, reduciendo la necesidad de volver a la Tierra para reabastecerse.

La nave china llevó tierra dentro de un contenedor sellado en el que había semillas de algodón y papas, levadura y huevos de mosca de la fruta.

Se espera que los cultivos formen una minibiósfera: un hábitat autosostenible.

El martes, la prensa estatal china dijo que las semillas de algodón están en ciernes.

El Diario del Pueblo, el periódico oficial del Estado, compartió en Twitter una imagen del brote, afirmando que este marcaba "la terminación del primer experimento biológico de la humanidad en la luna".

Fred Watson, del Observatorio Astronómico Australiano, le dijo a la BBC que este desarrollo es una "buena noticia".

"Sugiere que puede que no haya problemas insuperables para los astronautas que en el futuro intenten sembrar sus propios cultivos en la luna dentro de un ambiente controlado".

"Creo que hay ciertamente mucho interés en usar la Luna como escala, particularmente para los viajes a Marte, porque está relativamente cerca a la Tierra", dijo Watson.

El jefe de diseño del experimento, el profesor Xie Gengxin, fue citado por la publicación South China Morning Post diciendo: "Hemos tenido en cuenta la futura supervivencia en el espacio".

"Aprender sobre el crecimiento de estas plantas en un ambiente de poca gravedad nos permitirá sentar las bases del futuro establecimiento de una base espacial".

Dijo que el algodón se usaría con el tiempo para fabricar ropa mientras que las papas podrían ser una fuente de comida para los astronautas y la canola se utilizará para hacer aceite.

La agencia estatal china Xinhua afirmó que las semillas se mantuvieron inactivas gracias a "tecnología biológica" durante el viaje de 20 días desde la Tierra hasta la Luna.

Solo comenzaron a crecer una vez que el centro de control envió la orden a la sonda para que regara las plantas.

Según Xinhua, la sonda ha tomado hasta ahora unas 170 fotos que ya fueron enviadas a la Tierra.

El viernes, el Programa de Exploración Lunar Chino (CLEP por sus siglas en inglés) dio a conocer varias imágenes panorámicas del lugar de alunizaje así como videos de los vehículos que estudiarán la superficie lunar.

Las semillas llevadas al espacio por Chang'e-4, la misión china a la cara oculta de la Luna, ya brotaron, según informó la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC).

Es la primera vez que cualquier materia biológica crece en la Luna, algo que es visto como un paso relevante para la exploración espacial a largo plazo.

El científico estadounidense James Watson, ganador del premio Nobel de 1962, fue despojado de sus títulos honorarios después de que reiterara unos polémicos comentarios sobre la raza y la inteligencia.

En un documental de televisión transmitido el 2 de enero, el investigador pionero de los estudios del ADN hizo referencia a su opinión de que los genes influyen en que haya una diferencia en el promedio que consiguen negros y blancos en pruebas de inteligencia o de coeficiente intelectual.

El laboratorio Cold Spring Harbor, de Nueva York, señaló que los comentarios del científico de 90 años son "infundados e imprudentes".

Watson había hecho señalamientos similares en 2007, cuando afirmó que los africanos eran menos inteligentes que los europeos, pero posteriormente se disculpó.

El investigador compartió el Nobel de Medicina en 1962 con Maurice Wilkins y Francis Crick por su descubrimiento de la estructura de doble hélice del ADN.

Ese hallazgo está considerado como uno de los momentos clave en la ciencia moderna.

En 2007, el científico, quien trabajó en el laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge, le dijo al periódico británico Times que era "pesimista respecto al futuro de África", porque "todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es la misma que la de los blancos, cuando todas las pruebas indican que en realidad no es así".

Watson dijo que aunque esperaba que todo el mundo fuera igual, "la gente que ha tenido que tratar con trabajadores negros encuentra que eso no es verdad".

El académico nacido en Chicago también dijo que las personas no deberían ser discriminadas por su raza, porque "hay mucha gente de color que es muy talentosa".

Posteriormente se disculpó por sus comentarios.

"A todos los que dedujeron de lo que dije, que África, como continente, es genéticamente inferior, a todos ellos, les pido disculpas. No es lo que quise decir. No hay base científica para aseverarlo", dijo.

Después de sus comentarios de 2007, el laboratorio Cold Spring Harbor lo suspendió.

El científico perdió su trabajo como rector en el laboratorio y fue destituido de sus funciones administrativas.

Pero tras escribir una disculpa, retuvo sus títulos honorarios como rector emérito, profesor emérito Oliver R. Grace y miembro honorario.

Sin embargo, tras las declaraciones ofrecidas en el programa de televisión "American Masters: Decoding Watson" ("Maestros estadounidenses: decodificando a Watson"), este año, la institución lo despojo de todos los títulos.

Watson le dijo a PBS, la cadena pública estadounidense, que su visión sobre la raza y la inteligencia no había cambiado.

"Las declaraciones del doctor Watson son reprensibles y carecen de respaldo científico", indicó el laboratorio en un comunicado.

Las mismas, acotó, revertían la disculpa que alguna vez emitió.

Medios estadounidenses informaron que Watson se encuentra en un hogar de cuidado recuperándose de un accidente automovilístico y que tiene conciencia "muy mínima" de su entorno.

Watson vendió su medalla de oro en 2014. Era la primera vez en la historia que un ganador del Nobel ofreció subastar su presea.

Según dijo en un comunicado en esa ocasión, su intención era dedicar parte de las ganancias a financiar proyectos en las universidades e instituciones científicas en las que estudió y trabajó a lo largo de su carrera.

"Estoy deseando hacer más regalos filantrópicos al laboratorio Cold Spring Harbor, la Universidad de Chicago y el Clare College Cambridge, y así seguir contribuyendo a que el mundo académico continúe siendo un ambiente donde prevalecen las grandes ideas y la decencia", señaló.

Ese mismo año, el biólogo molecular indicó que había sido excluido de la comunidad científica tras haber formulado sus comentarios sobre la raza.

Cuando yo, un estadounidense blanco y alto, vivía hace diez años en el interior de Japón, rara vez me encontraba con otros residentes no japoneses. Incluso en la capital, Tokio, a veces recibía miradas de sorpresa de los locales.

Pero cuando volví al país en noviembre de este año, me impresionó cuánto había cambiado. Hoteles, centros comerciales y cafés parecían tener al menos un inmigrante entre los empleados. Algunos de los jóvenes que atendían al público usaban gafetes con nombres no japoneses.

En un pub-restaurante en Kanazawa, una ciudad media al norte de Tokio, vi a un joven caucásico detrás del mostrador ayudando al chef a preparar el tradicional sushi. En otro restaurante, fuimos atendidos por un joven no japonés. Procedía de otra nación asiática y acabamos comunicándonos en inglés.

En resumen: Japón se está internacionalizando, y ese proceso se está acelerando.

La fuerza motriz es el cambio demográfico: la población en Japón está envejeciendo rápidamente y disminuyendo en número.

Agregando otros factores, incluidos unos niveles nunca vistos de turismo extranjero y los preparativos para los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, el resultado es una nación que necesita desesperadamente más trabajadores para llenar vacantes.

Esa inminente crisis demográfica no agarró al país por sorpresa: hace décadas que se sabe. Pero como los distintos gobiernos se resistieron a tomar medidas drásticas, el problema ahora se ha vuelto mucho más urgente.

El primer ministro, Shinzo Abe, quiere traer más trabajadores extranjeros a cambio de salarios bajos.

Pero su propuesta de hacer llegar a centenas de miles de personas para ocupar puestos de trabajo hasta 2025 es altamente polémica. Especialmente en un país que, tradicionalmente, ha evitado la inmigración.

A inicios de diciembre, el Parlamento japonés aprobó esa propuesta en un movimiento sin precedentes. En la práctica, los congresistas japoneses votaron a favor de la entrada de un número nunca antes visto de trabajadores inmigrantes: 300.000 en los próximos cinco años, a partir de abril.

La nueva ley llega en una época de cambios históricos en Japón. Y el impacto puede moldear al país durante generaciones.

Bhupal Shrestha es un profesor universitario que vive en Suginami, en Tokio, un área residencial conocida por sus calles estrechas, con tiendas de ropa de segunda mano y anticuarios.

Vive en Japón desde hace 15 años, pero su camino para obtener un visado de "residente permanente" no fue fácil.

Shrestha sintió "discriminación en cosas básicas como buscar habitación en la que vivir, abrir cuentas bancarias, solicitar tarjetas de crédito". También dice que es difícil para los inmigrantes hablar sobre la política del gobierno que les afecta.

"La sociedad japonesa se está abriendo para los inmigrantes, pero ellos aún son conservadores en algunos lugares", opina. "Creo que se debe a la falta de oportunidades que tienen para el intercambio cultural con esas personas que llegan de fuera".

Nacido en Nepal, Shrestha es uno de los 1,28 millones de trabajadores extranjeros que viven en Japón. Es un número récord, por encima de los 480.000 en 2008. Eso significa que los inmigrantes representan apenas el 1% de la población de Japón, comparado con el 5% en Reino Unido o el 17% en EE.UU.

Casi el 30% de los trabajadores extranjeros en Japón vienen de China. El resto proceden de Vietnam, Filipinas y Brasil.

El número es bajo porque no hay un incentivo para la inmigración.

Siendo una nación insular, Japón ya fue ferozmente aislacionista. Hasta mediados del siglo XIX, aquellos que entraban o intentaban salir del país podían ser castigados con la muerte. Ahora, el Japón moderno se considera homogéneo, con una fuerte identidad cultural.

Históricamente, las preocupaciones en el país sobre la inmigración están ligadas a varios factores: desde la percepción de que los extranjeros "se quedarían con los puestos de trabajo" de los nativos, hasta la ruptura cultural, pasando por el miedo sobre el aumento de la violencia en el país, reconocido mundialmente por sus bajas tasas de criminalidad.

Pero hay un gran problema: el número de japoneses nativos está disminuyendo.

La población cayó en casi un millón de personas entre 2010 y 2015. El año pasado disminuyó en más de 227.000. En paralelo, el número de residentes con más de 65 años representa el 27% de la población total, una cifra récord. Según estimaciones, el porcentaje de personas mayores llegará al 40% en 2050.

En mayo, la tasa de disponibilidad de empleos alcanzó su mayor nivel en 44 años: 160 por cada 100 trabajadores. En otras palabras: hay muchos empleos disponibles que los japoneses más mayores no pueden hacer y que los japoneses jóvenes no quieren hacer.

"La situación es terrible", describe Shihoko Goto, consultora del Woodrow Wilson Center, centro de estudios con sede en Estados Unidos. Recuerda que, en el pasado, la inmigración no era "vista como parte de una solución más amplia para algunas de las cuestiones que Japón está enfrentando actualmente".

Mientras algunas empresas y políticos apoyan los planes de Abe, otros tienen reparos sobre cómo podrían cambiar a la sociedad japonesa.

"Pocos japoneses tienen experiencia trabajando y conviviendo con extranjeros", dice Masahito Nakai, abogado de inmigración en Tokio.

Pero él dice que las personas están empezando a entender que se debe hacer algo. "Los japoneses están entendiendo que el país no puede quedarse sin su ayuda".

Las necesidades más urgentes están en sectores como la construcción, la agricultura y la construcción naval, en todo el país. La hostelería y las industrias de venta al por menor también exigen cada vez más el inglés y otras habilidades lingüísticas, ya que el turismo continúa creciendo.

Las áreas de enfermería y de asistencia a domicilio también siguen al alza, ya que son necesarios más trabajadores para cuidar de la creciente población de ancianos.

Según un informe de noviembre, una vez que las propuestas de Abe fuesen aprobadas, se esperaría que más de 345.000 trabajadores extranjeros se mudaran a Japón para ocupar puestos en todos esos sectores en los cinco años siguientes.

Hasta hoy en día, el país contorneó la cuestión de la importación de trabajadores extranjeros usando un "programa de entrenamiento técnico interno temporal".

Eso permite que los jóvenes trabajadores o estudiantes trabajen en cargos de bajo salario entre tres y cinco años antes de volver a casa.

Pero la iniciativa está siendo criticada por explotar a trabajadores con bajos sueldos y malas condiciones de trabajo.

El año pasado, la prensa informó del caso de un vietnamita de 24 años que, inscrito en el programa, llegó a manejar basura nuclear radiactiva como parte de la limpieza en la ciudad de Fukushima, afectada por un desastre nuclear en marzo de 2011.

El programa es criticado desde hace años. Muchos lo consideran "servidumbre disfrazada".

Abe quiere permitir que trabajadores de baja cualificación permanezcan en el país durante cinco años. También pretende introducir un visado renovable para los cualificados, que podrían traer a sus familias. El objetivo del gobierno es que el nuevo esquema de visados se lance en abril.

El primer ministro se resiste a llamar a esos trabajadores "inmigrantes", y sus críticos temen que su plan pueda labrar un camino más fácil para la residencia permanente.

También existe la preocupación de que los trabajadores extranjeros llenen las ciudades y no vivan en áreas rurales, donde son más necesarios. Al respecto, los defensores de derechos humanos temen que Japón aún no haya aprendido cómo proteger adecuadamente a los trabajadores de la explotación.

Takatoshi Ito, profesor de asuntos internacionales y públicos de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, cree que la sociedad japonesa "está despertando ante la globalización".

"Hasta ahora, la mayoría (de los trabajadores extranjeros) está ayudando al crecimiento económico, en empleos que los japoneses no están dispuestos a aceptar".

Pero Nakai, el abogado de inmigración, afirma que garantizar un visado es solo el comienzo y que la asimilación de la cultura japonesa puede ser difícil. Apunta lagunas en la lengua y en el conocimiento cultural como los principales desafíos que enfrentarán los trabajadores extranjeros.

"Si los contribuyentes aceptan, el gobierno debería por lo menos ofrecer cursos de japonés gratuitos o baratos como un primer paso", dice Nakai.

"Creo que la sociedad japonesa no es muy abierta a los intercambios. Los residentes de un mismo edificio, por ejemplo, no se hablan", dice Bhupal Shrestha.

"Si ni ellos se hablan, ¿cómo va a ser posible pensar en una sociedad verdaderamente multicultural?".

Chikako Usui, profesora de sociología de la Universidad de Misuri, en Estados Unidos, dice que hay varios factores que suponen un escollo para los inmigrantes, desde la historia aislacionista de Japón hasta su autopercepción de homogeneidad.

Ella destaca el conjunto de reglas no habladas y de sutiles señales sociales que permea la sociedad japonesa y que cansa hasta a los nativos, contribuyendo a la incomodidad de los extranjeros.

Según Usui, muchos se cuestionan cómo los extranjeros podrían absorber todo eso, desde la correcta etiqueta sobre reciclaje hasta el silencio en el transporte público, o incluso anticipar lo que los extraños están pensando.

La especialista destaca el concepto japonés de kuuki wo yomu o "lectura del aire", que está por todos los lugares en Japón e involucra una comprensión casi telepática de las minucias sociales no dichas de la vida cotidiana: "el pueblo japonés realmente no cree que eso sea posible para los extranjeros. De hecho, ni yo conseguí hacer eso (en Japón)".

Goto, del Woodrow Wilson Center, dice que hay un código restringido en relación a lo que significa ser japonés. "No es simplemente sobre ciudadanía: es sobre raza, sobre idioma, sobre lenguaje corporal. Todas esas cosas sutiles que un no japonés no tendría", explica.

"Pero hay, cada vez más, una perspectiva más abierta", dice. "Creo que los japoneses tienen más oportunidades de estar con personas que no son como ellos de una forma que no era concebible diez años atrás"

A medida que la sociedad envejece y las Olimpíadas se aproximan, crece la presión sobre Japón para descubrir cómo traer la mano de obra desesperadamente necesaria del exterior.

Los que llegan al país necesitan saber "en qué se están metiendo", resalta Shrestha. A él le gusta vivir en Japón, pero dice que es un lugar donde "el trabajo duro es venerado y las reglas se siguen". "Es mejor llegar con algún conocimiento de la cultura japonesa y reglas de la vida diaria", agrega.

Por eso, el gobierno probablemente pasará gran parte de 2019 luchando para llegar a un consenso sobre la llegada de trabajadores extranjeros. Hasta entonces, los problemas continúan.

Puedes leer la versión original de este reportaje en inglés en .

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La historia del joven Xiao Wang escandalizó al mundo en 2011. Ahora sufre las consecuencias de una decisión que todavía hoy resulta difícil de creer.

Ansioso por tener un iPhone, pero sin dinero para comprarlo, hace ocho años el joven chino Xiao Wang decidió vender uno de sus riñones.

En ese momento tenía 17 años.

Decidido a conseguir lo que quería como fuese, este estudiante de la provincia de Hunan, en el sur de China, contactó con una red ilegal de tráfico de órganos sin que su familia lo supiese.

Le ofrecieron 3.000 dólares por su riñón. Y él aceptó.

Tras asegurarle que podía vivir con un solo riñón, se sometió a la operación, cuyas condiciones se desconocen.

Con el dinero que consiguió se compró un iPhone y un iPad.

Pero el precio que pagó por ellos fue en realidad mucho más alto.

En la clínica ilegal en la que lo operaron contrajo una infección que lo marcaría para siempre y que desembocó en una insuficiencia renal.

El caso salió a la luz después de que la madre del chico le preguntara de dónde había sacado el dinero para comprarse el móvil y la 'tablet'.

"Mamá, vendí un riñón", confesó finalmente el joven. La historia llegó a los medios locales.

Tras denunciarlo, las autoridades chinas arrestaron a nueve personas, entre las que se encontraban los médicos que le extrajeron el órgano y los miembros de una banda que traficaba con órganos humanos.

Fueron condenados a entre 3 y 5 años de prisión.

La familia del chico recibió una indemnización de unos 200.000 dólares.

Actualmente Wang vive en la cama conectado a una máquina de diálisis y necesita asistencia las 24 horas del día.

Quien en su momento fue el número dos de las FARC, Iván Márquez, reapareció este sábado en un video en el que cuestiona al gobierno de Colombia sobre el seguimiento del proceso de paz firmado con la exguerrilla en 2016.

"En dos años de vigencia, los resultados en materia de cumplimiento por parte del Estado son desalentadores. Han sido asesinados más de 400 líderes sociales del país y más de 85 guerrilleros, lo cual afirma una prospectiva de muerte aterradora", dice en la grabación.

"El acuerdo perseguía alejar a las armas de la política, pero estas siguen siendo utilizadas para el exterminio físico de los opositores", agrega el exlíder guerrillero, que se mantiene en paradero desconocido desde el pasado mes de julio.

Según Márquez,"la paz fue traicionada por el Estado colombiano que optó por la perfidia y el incumplimiento de lo pactado de buena fe".

"Reconocemos que incurrimos en varios errores, como pactar la dejación de armas antes de asegurar la reincorporación política, económica y social de los guerrilleros", asegura.

Luciano Marín Arango, el verdadero nombre de Márquez,fue uno de los representantes de la exguerrilla en las negociaciones para la paz celebradas en Cuba.

Márquez cuestiona también la detención de Jesús Santrich, uno de los principales líderes de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido político en el que se transformó el exgrupo armado.

"Jesús Santrich ya completa nueve meses de prisión injusta", dice en el video.

Santrich fue detenido el pasado mes de abril en Bogotá después de ser acusado de narcotráfico y de que Estados Unidos pidiera su extradición.

La reaparición de Iván Márquez, tras meses de declararse crítico del proceso de paz, no causó mayor sorpresa en Colombia.

El excomandante de la exguerrilla de las FARC abandonó la zona de reintegración donde se encontraba a mediados del pasado año y se negó a asumir su puesto en la Cámara de Representantes del Congreso tras la detención de su camarada Jesús Santrich.

Desde entonces, sus pocos mensajes hicieron conocer sus cuestionamientos a la forma en la que el gobierno colombiano llevaba adelante los acuerdos de La Habana firmados en 2016.

Márquez recordó en esta oportunidad los numerosos asesinatos de líderes sociales y de exguerrilleros como prueba de que el proceso de paz no logró separar las balas de la política.

Reiteró su disgusto por la detención de Santrich, acusado de tráfico de drogas después de la firma del acuerdo de hace dos años.

Finalmente abogó por mayor solidaridad con Venezuela, de la que considera que es víctima de un "ataque de la derecha".

Pese a sus duros cuestionamientos, por ahora ninguno de sus camaradas de la cúpula del ahora partido político FARC ha realizado un anuncio que haga suponer que el proceso de paz se encuentra en entredicho.

Márquez iba a ser uno de los exguerrilleros que accedería a una plaza en el Congreso de Colombia en julio como integrante del partido FARC, pero renunció al cargo como protesta por el arresto de Santrich.

"Cómo hago yo para ir el 20 de julio a ejercer como senador y que me vayan a decir que soy un narcotraficante. Yo no estoy para esas cosas. Necesitamos respeto. Prefiero dejar esa joda allá", dijo entonces a medios colombianos.

A partir de aquel episodio, Márquez está en paradero desconocido.

En el video de este sábado que circuló en redes sociales, Márquez califica como un gran problema "la inseguridad jurídica de combatientes de la insurgencia, que ha expandido la desconfianza en las bases guerrilleras".

Sostiene también que "aún permanecen encarcelados 400 guerrilleros que debieron quedar en libertad con la simple manifestación de su voluntad de acogimiento al régimen de la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), tal como lo consigna el acuerdo".

Según señalan medios colombianos, la grabación de Márquez fue un mensaje para los asistentes a la XXIV Conferencia Rosa Luxemburg, en Berlín.

El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, organizó un banquete de comida rápida en la Casa Blanca porque, debido al cierre parcial de gobierno, no hay personal en la residencia presidencial que se encargue de la cocina.

El líder el dio la bienvenida a los ganadores del campeonato nacional de fútbol americano intercolegial, el equipo Clemson Tigers, con más de 300 hamburguesas así como con papas fritas y pizzas.

"Debido al cierre parcial de gobierno, salimos y ordenamos comida rápida estadounidense pagada por mí", dijo el líder a un grupo de reporteros.

Gran parte del gobierno federal no está operativo debido al cierre parcial.

La medida ha afectado a un estimado de 800.000 trabajadores públicos (incluyendo el personal de la Casa Blanca) quienes han tenido que tomar vacaciones obligatorias o están trabajando sin pago por un período récord de 24 días.

Trump se ha negado a aprobar el presupuesto federal al menos que se incluyan fondos para el muro que quiere levantar en la frontera con México.

Sin embargo, los demócratas han rechazado su pedido de US$5.700 millones para su ambicioso plan.

Alrededor de 25% del gobierno federal se mantendrá cerrado y empleados de diferentes sectores como los controladores de tráfico aéreo y los agentes del servicio secreto continuarán trabajando sin pago hasta que el plan de gastos sea acordado.

"Tenemos pizzas, 300 hamburguesas, muchas, muchas papas francesas, toda nuestra comida favorita", indicó Trump, quien fue el anfitrión del evento, celebrado el lunes en el salón de Estado para comidas.

"Quiero ver lo que queda cuando nos vayamos porque no creo que vaya a haber mucho", añadió.

Cuando un reportero le preguntó cuál era su comida rápida favorita, Trump dijo que le gustaba toda.

"Si es estadounidense, me gusta. Todo lo que sea estadounidense", respondió.

No está claro cuánto pagó el mandatario por la orden, pero dijo que no quería posponer el evento por el cierre del gobierno.

Previamente, el lunes, Trump le había dicho a un grupo de agricultores en una convención de Nueva Orleans que continuará luchando por el muro que prometió.

"Cuando se trata de mantener a los estadounidenses seguros, nunca retrocederé", añadió.

El cierre parcial del gobierno de Estados Unidos se convirtió este sábado en el más largo de la historia del país.

Es ya más largo que el que afectó a la administración de Bill Clinton entre diciembre de 1995 y enero de 1996.

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Hasta hace poco, Juan Guaidó era una figura poco conocida dentro y fuera de Venezuela.

Pero en solo unos días, se ha convertido en uno de los más prominentes líderes de la oposición gracias a la última tormenta política que sacude al país sudamericano.

Guaidó, de 35 años, asumió a principios de este mes la presidencia de la Asamblea Nacional, el último organismo estatal bajo control opositor.

Aunque ha sido en las últimas 48 horas que ha emergido como la cara más visible del movimiento nacional e internacional que aspira a sacar a Nicolás Maduro de la presidencia por considerarlo un gobernante ilegítimo.

Primero con el escándalo que se armó porque supuestamente se había autoproclamado presidente encargado en un confuso discurso.

Y este domingo con su breve detención por parte de un grupo de agentes del Sebin que, según el gobierno, "actuaron de manera unilateral".

Cuando comenzó 2018, Guaidó era un diputado más de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición aunque despojada de sus funciones tras varias decisiones del Tribunal Supremo y la creación impulsada por Maduro de una Asamblea Nacional Constituyente "con poderes plenipotenciarios".

De acuerdo con el sistema de turnos pactado por las fuerzas opositoras, le tocaba presidir la Cámara a Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López, el dirigente opositor encarcelado tras la ola de protestas antigubernamentales de 2013.

Guaidó, que había sido uno de los más destacados activistas juveniles en un partido del que es miembro desde su fundación, fue el encargado de asumir la presidencia de la cámara.

Militante de Voluntad Popular, fue ascendiendo después de la condena de López y la salida del país de otros dirigentes opositores de alto perfil.

Con poco más de una semana en el cargo, su nombre copa los comentarios en las redes sociales venezolanas y se ha convertido en el líder sobrevenido de una oposición que pasaba por uno de sus momentos de mayor debilidad hasta hace solo unos días.

Fue a partir del 10 de enero cuando los acontecimientos se precipitaron.

Nicolás Maduro juró ese día su cargo como presidente para un segundo mandato presidencial.

Pero la oposición, que no quiso participar en las elecciones de mayo, no reconoce a Maduro como legítimo presidente de Venezuela.

Tampoco Estados Unidos, la Unión Europea o el Grupo de Lima, que reúne a la mayoría de países latinoamericanos y a Canadá.

Al día siguiente de la juramentación de Maduro, Guaidó se dirigía micrófono en mano a los asistentes a una concentración de protesta convocada en Caracas apelando a la fórmula del cabildo abierto, un mecanismo de participación popular recogido en la Constitución.

Allí denunció a Maduro como un "usurpador" (como ya han hecho líderes opositores en innumerables ocasiones) y llamó al Ejército, al pueblo de Venezuela y a la comunidad internacional a secundar los esfuerzos de la Asamblea para sacarlo del poder.

Convocó a los venezolanos a sumarse a una gran marcha nacional el próximo 23 de enero, una fecha de gran valor simbólico en el país por tratarse del día en que en el año 1958 cayó el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez.

Pero también, que fue lo que más dio que hablar, hizo una declaración cuyo significado exacto se debate:

"Tenemos, apegándonos a la Constitución, apegándonos al elemento del 233, 350 y 333 asumir claro las competencias de la encargaduría de una Presidencia de la República porque lo dice nuestra Constitución", dijo.

Periodistas y usuarios de redes sociales interpretaron que Guaidó se había declarado de hecho presidente en funciones del país, ya que la Constitución venezolana establece que, de producirse la falta del presidente, corresponde al titular de la Asamblea Nacional asumir de manera interina el poder ejecutivo y convocar nuevas elecciones.

Una interpretación que reafirmó un comunicado posterior de la Asamblea Nacional en la que se afirmaba que Guaidó "asumió las funciones de la presidencia de la República".

Y que sin embargo poco después la misma Asamblea pareció retractar con una nueva versión de ese comunicado en la que no figuraba la mención a esa supuesta asunción de funciones y se limitaba a recoger la declaración de Guaidó.

La confusión se había extendido y muchos se preguntaban qué había querido decir exactamente Guaidó y cuáles eran los efectos prácticos de su anuncio.

No tuvo dudas el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, que mostró todo su apoyo al que calificó como "presidente interino" de Venezuela.

En medio de las dudas, el nombre de Guaidó sonaba cada vez más e incluso algunos medios internacionales lo presentaban como el líder dispuesto a asumir la presidencia de Venezuela.

María Corina Machado, dirigente de la fuerza política Vente Venezuela y una de las caras más reconocibles del antichavismo, mostraba en las redes su apoyo a Guaidó y lo animaba a perseverar.

Sin embargo, otros dirigentes opositores que han copado el protagonismo en los últimos años guardaban silencio.

Desde el gobierno, la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, le lanzaba un claro tuit de advertencia.

Este domingo, un nuevo episodio confuso volvía a convertir el nombre de Guaidó en uno de los más pronunciados y lo hacía el hombre del momento en Twitter en Venezuela.

Su mujer, Fabiana Rosales, denunciaba en esta red social que había sido detenido por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).

Pronto circuló un video con las imágenes que supuestamente recogían el momento de la captura de Guaidó.

Poco después, de nuevo su mujer anunciaba su puesta en libertad.

Y finalmente el vicepresidente del gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, informaba en declaraciones a la televisión estatal de que los agentes que habían detenido a Guaidó habían actuado de manera "unilateral" y "arbitraria".

Dijo también que los funcionarios habían sido destituidos y sometidos a un proceso disciplinario.

El de Rodríguez era un raro reconocimiento de que hay elementos armados a sueldo del Estado que actúan al margen de las directrices oficiales.

Guaidó apareció al rato en Caraballeda, en el Estado Vargas, en un acto en el que cientos de simpatizantes le esperaban, y contó: "Nos interceptaron, nos secuestraron unos minutos, pero aquí estamos".

La oposición lleva tiempo insistiendo en que los mandos del Ejército deben dejar de obedecer al "ilegítimo" Maduro.

El 11 de enero, Guaidó reiteró su petición de que "la familia militar" se sume a la iniciativa contra Maduro.

Este domingo dijo que el incidente de su retención revela que "la cadena de mando" se ha roto en los cuerpos de seguridad.

El diálogo comercial entre Estados Unidos y China concluyó esta semana con cierto optimismo, pero aún queda lejos un acuerdo.

La falta de detalles sobre el encuentro evidencia cuán difícil es para Washington y Pekín resolver los grandes escollos de su relación: propiedad intelectual, transferencia de tecnología y acceso al mercado, junto a las aspiraciones industriales de alta tecnología chinas.

Sin cambiar de manera fundamental la estructura de la economía china, ambos países no resolverán sus diferencias en estos aspectos.

Aquí explico por qué:

Estados Unidos acusa a China de robar propiedad intelectual de empresas estadounidenses, forzándolas a transferir tecnología a China.

Las empresas estadounidenses aseguran que el sistema judicial del país asiático está sesgado y casi siempre decide a favor de las compañías locales en este tipo de disputas. Pekín lo niega.

"No hay ninguna ley en China que diga que debes entregar tu propiedad intelectual a las empresas chinas", asegura Wang Huiyao, presidente del Centro para China y la Globalización, un think tank que asesora al gobierno chino.

"Pero el ejecutivo es consciente del sentimiento estadounidense y trata de penar este tipo de violaciones, si es que de verdad ocurren".

Para responder a la preocupación de Estados Unidos, Pekín estableció un tribunal de propiedad intelectual y trabaja en una ley que dificultará que funcionarios chinos soliciten a firmas extranjeras que transfieran su tecnología a las chinas.

No obstante, legisladores estadounidenses señalan que el sistema judicial chino está bajo el control del Partido Comunista y las decisiones legales se toman en función de lo que decide el partido, en especial cuando una empresa estatal está involucrada.

El éxito económico de China se ha construido a partir de una estrategia centralizada, diseñada para sus empresas de propiedad estatal. Totalmente opuesto a cómo las compañías estadounidenses funcionan.

EE.UU. sostiene que el país asiático concede subsidios a sus empresas estatales que son injustos, otorgándoles préstamos baratos y ayudándoles a competir en el extranjero en industrias como la aeroespacial, la fabricación de chips o vehículos; posicionándolas en competencia directa con las estadounidenses.

Incluso las empresas privadas chinas tienen ventajas, según EE.UU., porque las firmas foráneas que tratan de competir con éstas en el país asiático no tienen las conexiones o la escala necesaria en un mercado básicamente cerrado en el que necesitas un socio local para operar.

China ha prometido abrir más sectores de su economía a la competencia extranjera, pero sería un paso irrelevante si no permite que sus propias empresas operen de forma independiente.

La hoja de ruta industrial de China quizá es el mayor obstáculo entre los dos países.

Ya ha incomodado a Estados Unidos, que ve ese impulso chino como un desafío directo a la supremacía estadounidense en sectores claves como el aeroespacial, el de semiconductores o el 5G.

Recientemente, China ha minimizado su programa, pero no ha indicado que vaya a cancelarlo.

Las ambiciones de Pekín son el centro del problema existencial entre ambas partes.

"Lo que quiere Estados Unidos es básicamente cambiar la estructura de la economía de China", considera Christopher Balding, antiguo profesor en la prestigiosa Universidad de Peking.

"Quiere que China se convierta en un país 'normal' dominado por el mercado, como el resto de nosotros. China no quiere eso".

Ambos países están sintiendo los efectos de la guerra comercial y las previsiones de crecimiento global también se están viendo afectadas.

Así que es de interés común que estos dos rivales lleguen a un acuerdo con "el que puedan vivir", tal y como dijo Wilbur Ross.

Pero no se confundan: incluso si hay acuerdo, la competencia estratégica entre los dos países está aquí para quedarse.

Qué es una guerra comercial, qué armas emplea y cómo puede afectar a tu vida diaria

El parlamento británico somete a votación este martes el acuerdo de salida de la Unión Europea (UE) presentado por la primera ministra, Theresa May.

Es un día crucial en el llamado Brexit, aunque esta frase ha sido repetida muchas veces a lo largo del proceso.

Y es que desde que el 52% de los votantes británicos eligieran abandonar Europa en el referéndum de 2016, ha habido muchas fechas clave.

Pero la de este martes es especialmente relevante por encontrarnos ya en la recta final del proceso de divorcio de los británicos de sus socios europeos. Y estar los ánimos muy caldeados.

Esta votación debía haberse realizado el pasado 11 de diciembre, pero ante una derrota segura, May la postergó a enero.

La decisión generó rechazo incluso entre los parlamentarios de su propio partido, que convocaron un voto de no confianza para sacarla de su cargo, aunque la primera ministra lo consiguió superar.

Ahora, quedan solo dos meses para el 29 de marzo, el día programado para que Reino Unido deje la UE. Y a medida que se acerca se día, surgen más dudas de que la ruptura vaya a materializarse en esta fecha.

Según información del periódico británico The Guardian, la UE se prepara para extender este plazo hasta julio si la primera ministra se lo pide.

Y la propia May amplió este lunes los posibles escenarios advirtiendo al legislativo que, de no salir victoriosa en la votación, el Brexit en sí estaría en peligro.

"Resuelvan la pregunta de nuestra retirada y podremos avanzar en la creación de una nueva relación (con Europa). Apoyen el acuerdo y esa labor podrá empezar el miércoles. Fracasen y nos enfrentaremos al riesgo de irnos sin un acuerdo o el riesgo aun mayor de no irnos", dijo.

La incertidumbre es tal, que los economistas están dividiendo sus predicciones de crecimiento para Reino Unido en tres: una en caso de Brexit con acuerdo, otra en caso de que se dé sin acuerdo y otra en caso de que Reino Unido permanezca en la UE, según un artículo del diario económico Financial Times.

La misma May había advertido a principios de enero en una entrevista con la BBC que, si su plan no se aprobaba, Reino Unido iba a entrar en "territorio desconocido".

Según aseguró en un reciente artículo el corresponsal de política de Reino Unido de la BBC, Rob Watson, ni siquiera los asesores más cercanos de May parecen saber si la primera ministra tiene un plan B.

"Tanto en público como, aparentemente, en privado, ella insiste en que su plan es la mejor y única manera de hacer cumplir el resultado del referéndum sin destruir la economía", afirmó.

Aunque tanto Watson como otros analistas sí dan algunas sugerencias sobre lo que el gobierno podría hacer en caso de que su propuesta no prosperase.

La opción de mayor riesgo es que Reino Unido continúe con el calendario previsto y se retire de la UE el 29 de marzo sin haber alcanzado un acuerdo de salida.

Ni May ni la mayor parte de la Cámara de los Comunes (formada por 650 parlamentarios) quieren que esto suceda, aunque según el Financial Times habría entre 80 y 100 miembros conservadores euroescépticos que lo verían con buenos ojos.

Es un escenario que se ha vuelto cada vez más posible en las últimas semanas, lo que ha llevado a empresas y gobiernos a acelerar la preparación de medidas ante un Brexit sin acuerdo.

Por ejemplo, España, el país de la UE con más residentes británicos, tiene listo un plan de contingencia que incluye, entre otros, formas de garantizar los derechos de sus ciudadanos que viven en Reino Unido y viceversa.

Aun así, el canciller español, Josep Borrell, afirmó este lunes que un Brexit duro (sin acuerdo) sería "una catástrofe para todo el mundo".

Los británicos verían sus consecuencias en muchos aspectos de su vida diaria. Por ejemplo, en el abastecimiento y precio de los alimentos procedentes de Europa, que empezarían a pasar controles aduaneros y a someterse a impuestos.

Las poco favorables consecuencias de un Brexit duro hacen que todavía sean muchos quienes ven esta opción como lejana y poco probable, y prefieren pensar, en cambio, que los políticos encontrarán una solución alternativa.

Una de estas sería que May perdiera por menos de 100 votos, pudiendo volver así a presentar una versión mejorada de su plan para una nueva votación.

En este caso, quedaría por ver si la primera ministra es capaz de conseguir nuevas concesiones por parte de la UE, algo que parece poco probable.

Según la información recabada por la editora política de la BBC, Laura Kuenssberg, eso es lo que esperan varios miembros del Partido Conservador de May: que la primera ministra tenga al menos una oportunidad más de lograr que se apruebe su propuesta.

En ese caso, según Kuenssberg, May tendrá que renunciar a su característico "secretismo" y dejar claro a los parlamentarios cuáles serán sus siguientes pasos.

"¿Virará hacia eso que muchos en el parlamento quieren: una relación más cercana con la UE, tal vez en dirección a una especie de unión aduanera?"

"¿O redoblará los preparativos para un Brexit duro, tratando (algo que no le creemos demasiado) de demostrar que realmente está dispuesta a una salida sin acuerdo, con la esperanza de que esta presión persuada a la UE a quebrarse y dejarles en claro de que ella no dará su brazo a torcer?", se preguntaba Kuenssberg en un análisis publicado el domingo.

A muchos de los que votaron en contra del Brexit les queda la esperanza de que el gobierno responda con un segundo referéndum.

Para poder tener tiempo de organizarlo, Reino Unido tendría que pedirle a la UE aplazar la fecha de salida, ya que se debe discutir y aprobar aspectos cómo quiénes podrán votar y cuál será la pregunta que aparezca en la cédula.

Su tramitación demoraría por lo menos 22 semanas, según expertos de la Unidad de la Constitución del centro universitario University College London.

Otra opción sería renegociar el acuerdo de salida por completo, como señaló en un artículo publicado este lunes Peter Barnes, el analista político y en materia de elecciones de la BBC.

Esto también implicaría pedir un aplazamiento a la UE que debería ser aceptado por todos sus Estados miembros y una modificación en la ley británica que rige el Brexit. Y, claro, que la UE estuviera de acuerdo en volver a negociar un pacto.

Aunque, en un principio, las intenciones de la UE era que el Brexit se hiciera efectivo antes de las elecciones europeas de mayo de este año para que Reino Unido no participara en ellas.

Pero, ¿puede May seguir al mando del país si su propuesta de Brexit fracasa?

El Partido Laborista, el principal en la oposición, ya advirtió que solicitará un voto de no confianza que pondría en peligro el liderazgo de May.

Incluso si los laboristas no lo llegan a pedir, la popularidad de la primera ministra dentro de su partido es tan baja que siempre cabe la posibilidad que algunos de los propios conservadores intenten echarla del poder, como hicieron sin éxito el pasado 12 de diciembre.

También se puede dar la situación de que la misma Theresa May lo convoque con la intención de reforzar su autoridad, apuntó Barnes.

Si dentro de un plazo de 14 días el parlamento no da su confianza a May o a un gobierno alternativo, se convocarían elecciones generales y esto no podría ser antes del paso de, al menos, 25 días laborables.

Nadie escoge el lugar de nacimiento, pero de una manera u otra, más o menos profundamente, marca nuestra vida.

En el caso de Rosa Luxemburgo, la mujer a quien el líder soviético Vladimir Lenin llamaría el "Águila de la Revolución", ese accidente de nacimiento fue crucial para ayudar a formar la pensadora y revolucionaria en la que se convertiría.

Rosa nació en un pequeño pueblo llamado Zamość, cerca de Lublin, en 1871, cuando Polonia era parte del Imperio Ruso.

"No era nacionalista, ni creía en la autodeterminación de los polacos, pues quería que los trabajadores del mundo se unieran obviando las fronteras", le dijo a la BBC Jacqueline Rose, codirectora del Instituto Birkbeck para las Humanidades de la Universidad de Londres.

"Sin embargo, el hecho de que nació en un país que estaba bajo el dominio de otro le hizo entender la necesidad y el potencial de la revolución y la resistencia a injusticias históricas".

La familia de Rosa era judía, liberal, educada, y su padre había estudiado en Alemania.

"Cuando regresó a Polonia trajo consigo ideas contemporáneas, el interés en asuntos internacionales y el gusto por la literatura occidental", cuenta Lea Haro, editora de la traducción de todas las obras de Rosa Luxemburgo al inglés.

"Su madre también era una ávida lectora de libros en alemán y polaco, y le gustaba particularmente Friedrich Schiller. Era una familia muy cosmopolita".

Debido a sus experiencias, Rosa se politizó desde sus primeros años.

No había podido ir al mejor colegio, pues estaba reservado para los rusos y ella era polaca.

El antisemitismo era endémico en la vida cotidiana, y lo sintió a diario como niña de colegio en la actitud de sus compañeros de clase.

Y en 1881 ese sentimiento antijudío desencadenó una ola de pogromos terroríficos.

Para cuando la familia se mudó a Varsovia, Rosa tenía 15 años y ya estaba involucrada en actividades clandestinas.

Su vena revolucionaria la llevó a unirse al Partido del Proletariado, el primer partido socialista polaco.

Cuando los activistas intentaron organizar una huelga general, algunos de los líderes fueron capturados y ejecutados.

Con solo 18 años, Rosa tuvo que huir a Suiza, donde conoció a su compañero revolucionario socialista, Leo Jogiches.

Jogiches, también conocido por su nombre de guerra Tyscha o Tyscho, se convirtió en uno de los grandes amores e influencias de su vida.

En esta carta, ella está esperando a que se encuentre con ella, a orillas del lago Ginebra:

"Dyodyo, mi dorado, acabo de recibir tu carta y la tarjeta. ¡Dos días más de espera!

"Hoy ha estado gris desde por la mañana, por primera vez, pero ni una gota de lluvia. El lago brilla con una superficie lisa del color del acero. Me gusta tanto el clima tranquilo y melancólico como éste; lo único malo es que me invita a soñar, no a trabajar.

"¡Oh, Dyodyo, apúrate!".

Rosa Luxemburgo le escribió casi un millar de cartas a Leo Jogiches entre 1893 y 1914.

En ellas, "a menudo él es descrito como una figura que le ayudó a formar su ideología política e intelectual", señala Jacqueline Rose, quien escribió sobre Rosa Luxemburgo en su libro "Women in Dark Times".

"Eventualmente ella lo superó y se convirtió en una oradora y pensadora por derecho propio".

A medida que la fama de Luxemburgo como teórica marxista crecía, Jogiches se iba amargando cada vez más. En 1907 se separaron.

En 1898, Rosa Luxemburg se mudó a Berlín, que sería su hogar por el resto de su vida. Se casó con el hijo de una amiga con el que nunca vivió para obtener la ciudadanía pues, como muchos de sus contemporáneos, estaba convencida de que en Alemania comenzaría la revolución.

Ese primer año le escribió a Jogiches, quien todavía está en Suiza:

"No tienes idea del efecto que han tenido mis intentos de hablar en reuniones públicas. ¡Yo no creía que podía hacerlo! Pero aproveché una oportunidad y ahora estoy segura que en cuestión de 6 meses seré una de las mejores oradoras del partido.

"La voz, el lenguaje... todo brota con precisión. Y más importante, me paré en la tribuna con tanta calma que parecía que lo hubiera estado haciendo durante 20 años".

Tenía razón. Era "brillante hablando en público. Además, como escritora, era emotiva, aguda, a menudo sarcástica -'monstruosamente falta de tacto', fue como la describió un biógrafo-. Realmente irresistible... muy poderosa", resalta Rose.

Rosa se abrió camino rápidamente en las filas del Partido Socialdemócrata alemán.

Y en 1905, la revolución se extendió, pero no en Alemania, sino en el Imperio ruso.

"Su respeto por lo que estaba pasando en Rusia y su crítica a lo que ocurría con la socialdemocracia alemana, el partido la empezó a detestar.

"Entre más la odiaban sus copartidarios, más popular se volvía en las calles, más famosa, más bienvenida era en mítines del proletariado. Ella representaba la capacidad del espíritu revolucionario de exceder los sistemas organizacionales fijos que querían mantenerlo en un solo lugar".

En 1905 viajó a Varsovia y vio las teorías revolucionarias puestas en práctica.

En 1906, le escribió entusiasmada desde Varsovia al gran teórico marxista Karl Kautsky y su esposa Lulu sobre el efecto que habían tenido los levantamientos rusos.

"El sentimiento de solidaridad, hasta hermandad, de los trabajadores rusos está tan desarrollado que uno se queda asombrado.

"En todas las fábricas, por su iniciativa, los trabajadores han establecido comités que toman todas las decisiones sobre las condiciones de trabajo, sobre a quién contratar y a quién despedir, de manera que el empleador literalmente ha dejado de ser el dueño de su propia casa".

En su obra "La huelga de masas, el partido político y los sindicatos" -que terminó después de regresar de Varsovia- Rosa Luxemburgo argumentó que una huelga general podría usarse para provocar una revolución social.

Pero estaba empezando a dudar de que los socialdemócratas alemanes estarían a la cabeza de tal revolución.

"Le tomó mucho tiempo reconocer las verdaderas aspiraciones del partido en el que militaba. Celebró que en agosto de 1914 los socialdemócratas alemanes ganaran más escaños en el Parlamento que nunca, a pesar de que siempre le inquietó ese deseo que tenían de ser parte del sistema político", señala la experta Rose.

"Pero cuando el partido votó a favor del presupuesto para municiones de guerra ese mismo mes, quedó absolutamente devastada.

"Su amiga cercana, la política comunista Clara Zedkin, dice en una de sus cartas que ambas contemplaron la posibilidad de suicidarse".

En vez de quitarse la vida, las dos amigas se dedicaron a hacer campaña contra lo que denunciaron como una guerra imperialista.

En 1916, ellas, junto con el marxista y antimilitarista Karl Liebknech fundaron el movimiento Liga de los Espartaquistas (1918), que más tarde se transformó en el Partido Comunista Alemán (KPD).

Y durante esos años Rosa Luxemburgo, ya conocida como "Rosa Roja", fue encarcelada una y otra vez por encabezar protestas contra la Primera Guerra Mundial.

Fue en la cárcel donde escuchó noticias de las revoluciones rusas de 1917 y le escribió a su amiga Clara.

"Estoy convencida de que en los próximos años será inevitable un gran conmoción en toda Europa, especialmente si la guerra dura mucho mas.

"Los eventos en Rusia son de una grandiosidad y tragedia asombrosa. Lenin y su gente por supuesto no podrán controlar el caos, pero su intento por sí solo es un hecho de importancia histórica global y un hito genuino".

Poco después tendría con ese mismo Lenin una de sus más notables disputas.

Después de la Revolución Rusa de octubre de 1917, Luxemburgo reprendió a los bolcheviques por su disolución de la Asamblea Constituyente electa y su supresión de los partidos rivales.

"La libertad sólo para los partidarios del gobierno, sólo para los miembros de un partido, por muy numerosos que sean, no es libertad en absoluto.

"La libertad es siempre y exclusivamente libertad para aquel que piensa de manera diferente".

El líder de Rusia Soviética y luego de la Unión Soviética no fue el único al que le dejó saber cuánto había defraudado a quienes compartieron ideales.

Por ello, hasta el final de su vida, Rosa Luxemburgo fue amada y odiada, en igual medida.

Del 5 al 12 de enero de 1919, Berlín fue el escenario de una huelga general, con la que los manifestantes soñaban repetir la experiencia rusa tomando el gobierno de las manos de los pocos para dársela a los muchos.

Se le conoce como el Levantamiento Espartaquista, aunque en realidad la Liga Espartaquista no la convocó ni la dirigió, aunque sí que cooperó.

De hecho, Rosa Luxemburgo señaló que la situación alemana de 1919 no era igual a la de Rusia en 1917, y que no contaban con lo necesario para derrocar al gobierno.

Sin embargo, aunque anticipó que se venía una catástrofe, se sintió obligada a participar.

El presidente socialdemócrata Friedrich Ebert respondió ordenándole a los freikorps -para entonces una banda de protonazis- que aplastaran la rebelión.

Y así lo hicieron.

Una vez cumplida esa misión, el 15 de enero de 1919, detuvieron a Rosa Luxemburgo y a Karl Liebknecht.

Los golpearon, torturaron y humillaron.

A ella, uno de los paramilitares le rompió el cráneo con la culata de su rifle.

Con la sangre brotando de su herida, la metieron a un auto, donde fue abatida a tiros y arrojada al canal Landwehr de Berlín.

Semanas más tarde, mientras investigaba la muerte de Rosa Luxemburgo, la mujer a la que había amado, Leo Jogiches fue asesinado en Berlín.

Cuatro meses y medio después, su cuerpo fue encontrado y reconocido gracias a sus guantes y lo que quedaba de su vestido, aunque desde entonces y todavía no es seguro que fueran sus restos.

Las últimas palabras que escribió conocidas fueron:

"Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror de ustedes: ¡Yo fui, yo soy y yo seré!".

"Con su asesinato -observó Isaac Deutscher, biógrafo de Trotsky- "la Alemania de (la casa dinástica de los) Hohenzollern celebró su último triunfo y la Alemania nazi, el primero".

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Deambulan desnudos, comen carne humana, usan cráneos como cuencos y fuman marihuana.

También meditan, comen, duermen y disfrutan del sexo en medio de cadáveres en llamas en los campos de cremación de la India.

Salen de su existencia aislada solo cuando tiene lugar la festividad india del baño llamada Kumbh Mela.

Estos "santos hombres" hindúes que viven al margen de la sociedad india se conocen popularmente como Aghoris.

En sánscrito, esa palabra significa 'no aterrador', que no da miedo, pero los relatos de sus mórbidos rituales evocan curiosidad, disgusto y temor entre muchos.

"El principio subyacente de su práctica es trascender las leyes de la pureza para alcanzar la iluminación espiritual y ser uno con Dios", explica James Mallinson, quien enseña estudios sánscritos e indios clásicos en la Escuela de Estudios Africanos y Orientales de Londres.

Mallinson, educado en Oxford y Eton, también es un mahant o gurú ordenado, con un culto ascético diferente.

Su grupo es más dominante y cumple con las leyes de pureza, lo que significa que las prácticas Aghori están prohibidas.

Pero ha tenido varias interacciones con ellos.

"El enfoque de Aghori es asumir los tabúes obvios y romperlos. Rechazan las nociones normales de bueno y malo", explica.

"Su camino hacia el progreso espiritual involucra prácticas locas y peligrosas, como comer carne humana e incluso sus propias heces. Pero creen que al hacer estas cosas que otros evitan, alcanzan un mayor estado de conciencia", añade.

Las tradiciones que se practican hoy parecen ser de origen reciente: la palabra Aghori comenzó a ganar fuerza solo durante el siglo XVIII.

Pero han asimilado una serie de prácticas de los temidos ascetas Kapalikas (literalmente "portadores de cráneos"), que se han documentado desde el siglo VII.

Los Kapalikas incluso practicaban sacrificios humanos, pero esa secta ya no existe.

A diferencia de algunas órdenes hindúes bien conocidas, los Aghoris no está muy bien organizados.

La mayoría de las veces viven aislados y no confían fácilmente en los forasteros.

Ni siquiera mantienen contacto con miembros de su propia familia y la mayoría de ellos provienen de castas más bajas.

"Uno puede encontrar una gran variedad en términos de logros intelectuales. Pocos de ellos son realmente agudos, pero un Aghori fue incluso un asesor del rey de Nepal", comenta Mallinson.

Manoj Thakkar, autor del libro "Aghori: A Biographical Novel" (Los Aghori: una novela biográfica), argumenta que son un grupo profundamente incomprendido.

"Son personas muy simples que viven con la naturaleza. No piden nada", considera.

"Ven todo como una manifestación de un ser supremo. No rechazan ni odian a nadie ni a nada. Por eso no hacen una distinción entre la carne de un animal sacrificado y la carne humana. Comen lo que hay", señala.

Los sacrificios de animales también forman una parte importante de su adoración.

"Fuman marihuana y, sin embargo, tratan de ser conscientes de sí mismos, incluso en el estado de hiperexcitación".

Tanto Mallinson como Thakkar creen que hay muy pocas personas que realmente practican el sistema de creencias Aghori.

Argumentan que muchos de ellos que se presentan en los festivales de baño ritual son miembros autodenominados de la secta, pero sin ninguna iniciación adecuada.

Algunos, señalan, actúan como Aghoris para entretener a los turistas y peregrinos, y ganar propinas.

Los devotos les ofrecen comida y dinero, pero Thakkar dice que los verdaderos Aghoris son indiferentes al dinero.

"Rezan por el bienestar de todos. No se preocupan por las personas que desean su bendición para un niño o para construir una casa".

Los Aghoris principalmente adoran a Shiva, el dios hindú de la destrucción y su consorte Shakthi. En Bengala, se les puede ver viviendo el cementerio.

"La mayoría de las personas temen a la muerte. Las tierras de la cremación simbolizan la muerte. Ese es el punto de partida para un Aghori. Quieren desafiar la moral y los valores del hombre común", agrega Thakkar.

En el norte de la India, solo los hombres son admitidos en la secta. La mayoría vive desnudos, pero donde aceptan a las mujeres, estas ahora llevan ropa.

En las últimas décadas, la tradición Aghori ha tomado ideas de movimientos religiosos principales y comenzó a proporcionar servicios médicos para pacientes con lepra.

"Los Aghori están trabajando con aquellos que se consideran las personas más intocables de la humanidad", comenta Ron Barrett, un antropólogo médico y cultural.

"En cierto sentido, la clínica de tratamiento de la lepra ha tomado el lugar de los lugares de cremación, pero en lugar del miedo a la muerte, los Aghori están asumiendo el miedo a una enfermedad", agrega en una entrevista con Emory Report.

Los pacientes de lepra, muchos de ellos abandonados por sus familias, encuentran refugio en el hospital administrado por Aghoris en la ciudad de Varanasi.

Los pacientes reciben terapia que van desde la medicina ayuvédica (una forma tradicional de medicina alternativa) y el baño ritual hasta la medicina occidental moderna.

Pero algunos Aghoris utilizan también teléfonos celulares y transporte público. Cada vez más muchos usan al menos algo de ropa cuando visitan áreas públicas.

Más de mil millones de personas siguen el hinduismo, pero no se suscriben a un conjunto uniforme de creencias.

No hay profeta ni texto sagrado venerado por todos los practicantes.

Por eso, aunque es difícil estimar el número de Aghoris, los expertos creen que puede ser como máximo unos pocos miles.

Incluso para la mayoría de los indios que están acostumbrados a los caminos de los hombres santos, un encuentro casual con Aghoris puede ser muy molesto y desagradable.

Algunos Aghoris han admitido públicamente que tuvieron relaciones sexuales con cadáveres.

Pero tienen un tabú.

"Se permiten el sexo ritual con prostitutas. Pero no aprueban el sexo gay", indica Mallinson.

También hay otro: cuando mueren, sus cuerpos no son comidos por otros Aghoris.

Son enterrados o incinerados como el resto de nosotros.

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