El Arte se suma a la emergencia climática

Tecnologia
Más allá de la propuesta expositiva: El Instituto Mutante de Narrativas Ambientales

En Madrid Eco-visionarios se presenta como la actividad inaugural del Instituto Mutante de Narrativas Ambientales (IMNA), una nueva línea de trabajo de Matadero Madrid que impulsa proyectos que contribuyen a crear narrativas ambientales capaces de superar los discursos ecológicos tradicionales, y a ciencia cierta que consigue el objetivo.

Pero no estamos asistiendo solamente a una importante exposición con su correspondiente ciclo de conferencias y debates. Durante la exposición, el IMNA instalará su sede provisional en la Nave 16 y presentará actividades y proyectos como un ambicioso Jardín Cyborg para mejorar las temperaturas del recinto de Matadero, acciones de ciencia ciudadana, un programa de radio, performances, talleres de ficciones climáticas y conferencias internacionales.

Eco-visionarios. Arte para un planeta en emergencia, realmente es “una exposición-manifiesto que aborda los efectos de las enormes transformaciones ecológicas que estamos viviendo, causadas principalmente por la acción del hombre en la superficie del planeta. El calentamiento global, los fenómenos meteorológicos extremos, el aumento del nivel del mar, las sequías que afectan a unas regiones mientras otras sufren inundaciones, son algunos de los sucesos que nos hacen sentir que vivimos una época de cambio. A estos fenómenos naturales se le suman las crisis medioambientales producidas por el agotamiento de los recursos, por el uso continuado de combustibles fósiles, por los efectos del consumo masivo y diversas formas de polución y contaminación, como los plásticos que invaden los océanos, las especies amenazadas y muchas otras realidades que nos llegan a diario por los medios de comunicación”.

Matadero Madrid no está solo en el impulso de este gran proyecto. En Madrid también se suman entidades de gran importancia. La nueva línea de trabajo interdisciplinar del INMA está impulsado por Plataforma-A, una red de trabajo interdisciplinar formada por el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid (itdUPM), el Ayuntamiento de Madrid a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad, hasta la fecha de su inauguración, en colaboración con infinidad de agentes locales y en coproducción con instituciones internacionales.

Las actividades previstas, más allá de la exposición, se organizan en torno a tres ejes temáticos: Resiliencia cooperativa; Post-naturaleza y Entidades no humanas. ¿Qué tipo de redes construimos en nuestras relaciones entre humanos y con otras especies? ¿Qué pasaría si entendiéramos el Planeta como varios cerebros pensando y actuando en un mismo cuerpo como sucede en algunos microorganismos? ¿Qué consecuencias tiene entender la “naturaleza” como algo autónomo y separado de la sociedad humana? ¿Qué procesos serán necesarios para la adaptación al cambio climático en las ciudades? ¿Qué puede suponer el río Manzanares como eje de transformación climática en la ciudad de Madrid?

Entre otras, el IMNA presenta iniciativas como el Ministerio del Futuro, una mesa de trabajo para plantear cómo debería ser la cartera de este hipotético ministerio, o la obra Comunicador Inter-especial, del artista Fito Conesa, para abordar la necesidad de definir un espacio político heterogéneo que reconozca los derechos de entidades no humanas y a los humanos por llegar, para la construcción de un pacto futuro inter-especial (interespecies) e intergeneracional.

ECO-VISIONARIOS: Arte para un estado de emergencia planetaria

El mensaje de Eco-visionarios es claro: “En un momento en que el cambio climático se hace sentir de manera más patente y empiezan a ser muchas y fuertes las voces que exigen medidas radicales, la exposición Eco-visionarios pone sobre la mesa desde las prácticas artísticas contemporáneas (instalaciones, proyectos audiovisuales y en otros medios) visiones críticas y creativas para contar historias, abrir discusiones y construir estrategias para sobrevivir en el mundo que viene. De la extinción de especies a la deforestación, de la contaminación de los océanos a la toxicidad del aire que respiramos, de las previsibles migraciones climáticas a la necesidad de imaginar nuevos sistemas alimentarios, la exposición aborda la crisis más importante a la que se enfrenta la humanidad”.

Pedro Gadanho, uno de los comisarios de Eco-visionarios en Madrid y Lisboa, dijo que más allá de la calidad de las propuestas artísticas y contenidos, una de las misiones clave de la exposición-manifiesto es generar el debate, más conversación sobre el problema de la emergencia planetaria, un problema político.

Por eso Gadanho remarca la importancia de un programa público que sea entendido como un campo de refugiados climáticos, o sea, un espacio que pueda recibir artistas en residencia que pueda originar debates y programas públicos sobre ese hecho que viene, y que la gente no se apercibe aún. Dentro de diez años los refugiados no serán políticos, serán climáticos, como ya se apuntó en TENDENCIAS21.

Actualmente ya hay una gran masa de refugiados climáticos provenientes de muchas zonas del mundo, en migraciones internas, continentales o transcontinentales, impulsados por las penalidades causadas por la sequía, la falta de agua, de comida, las olas de calor.

Gadanho piensa que la exposición va a sugerir este debate. Al margen de que una muestra expositiva tan poliédrica como esta va a posibilitar que cada visitante se lleve su propia experiencia y sus reflexiones, y se quede con preguntas tan alucinantes como la de los loros puertorriqueños que sobreviven a duras penas en el entorno del gigantesco radar de Arecibo: Somos una especie no humana capaz de comunicarse con ellos. ¿Acaso no somos exactamente lo que están buscando? También estos loros reflexionan y se dicen a sí mismos: mantenerse en silencio y evitar atraer atención tiene sentido.

Desde el período preindustrial, y especialmente a partir de la segunda mitad del siglo pasado, la degradación del medioambiente y el cambio climático de origen humano han aumentado a un ritmo jamás visto en ninguna otra época de la historia.

La exposición se sitúa en la revisión del marco teórico del Antropoceno, concepto acuñado por el premio Nobel de química Paul Crutzen, con el que parte de la comunidad científica denomina a esta nueva era geológica en la que vivimos, haciendo referencia a su característica definitoria: la responsabilidad del ser humano como agente de cambio medioambiental a escala planetaria.

La muestra-manifiesto Eco-visionarios supone un cuestionamiento de cómo se enfrentan los artistas, los arquitectos, los diseñadores y otros actores culturales a estas transformaciones ecológicas.

A la vez que señalan sus causas, ponen de relieve sus aspectos menos visibles y anticipan planteamientos alternativos de respuesta y de adaptación a sus consecuencias.

Más de 40 participantes

Con más de 40 participantes a lo largo de cuatro secciones –Desastre, Extinción, Coexistencia y Adaptación–, las piezas y los proyectos de la exposición alternan la investigación crítica con el optimismo visionario. A través de las imágenes subjetivas e inestables de la ecología que devuelven las obras de arte y arquitectura de Eco-visionarios, se quiere recuperar un sentimiento de esperanza en el futuro.

La exposición Eco-visionarios tiene pues un recorrido no sólo artístico, sino también pedagógico a través de sus cuatro áreas expositivas. Todas las piezas contienen textos explicativos que si el visitante se toma la “molestia” de leer, percibe mejor lo que está viendo, interpreta mejor los códigos de comunicación del arte contemporáneo, a la vez que descubre la intencionalidad de la propuesta, de la crítica político ecológica o la solución que propone.

La primera sección de la exposición, Desastre, se centra en la interacción humana con la naturaleza, en sus diferentes escalas y aspectos, y deja al descubierto cómo las tecnologías intrusivas, las intervenciones territoriales y la contaminación conforman los paisajes del siglo XXI.

Bajo el título Extinción se reúnen obras que proponen una nueva imaginación de lo humano que nos permita concebir un mundo en el que reconectar con el entorno de una forma nueva.

Los proyectos que se muestran en la sección Coexistencia revelan que la ecología debe redefinirse como una red de solidaridad entre los diferentes lugares y especies del planeta.

Por último, bajo el epígrafe Adaptación, se descubren propuestas innovadoras para adaptarnos a una condición cambiante, desde las investigaciones sobre el control del clima y las formas orgánicas de producción de energía, a las ficciones especulativas que abordan la manera de reinventar nuestra biología y nuestras estructuras sociales.