Los móviles no reducen el tiempo compartido en familia

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“Nuestro estudio es el primero en medir la rápida propagación de dispositivos móviles en la vida familiar, y revela que los niños y los padres pasarán tiempo con dispositivos como teléfonos inteligentes y tabletas, incluso mientras ven la televisión o comen juntos”,explica la doctora Stella Chatzitheochari, del Departamento de Sociología de la Universidad de Warwick, en un comunicado.

Cantidad frente a calidad

“Si bien no encontramos ningún cambio significativo en el tiempo que los miembros de la familia pasan interactuando y haciendo cosas juntos, lo cierto es que es posible que los dispositivos móviles distraigan la atención de las personas durante las actividades familiares, lo que lleva a sentir que la calidad de las relaciones familiares está amenazada”, apunta Chatzitheochari.

“Sin embargo, vale la pena señalar que el uso de dispositivos móviles puede complementar las actividades familiares y también ayudar a los niños y jóvenes a establecer y mantener amistades fuera del hogar”, añade Chatzitheochari. “La investigación futura debe basarse en nuestros datos para explorar más a fondo las formas en que la calidad de las interacciones familiares se ve afectada por el uso de dispositivos móviles".

“Si bien nuestros datos no nos pueden decir qué causó el cambio, predicen un mayor enfoque en el hogar y en el potencial de la tecnología para hacer del entorno del hogar un lugar más atractivo para pasar el tiempo”, explica el doctor Killian Mullan, del Economic and Social Research Council (ESRC), o Centro para la Investigación del Uso del Tiempo. “También existe la posibilidad de que los padres prefieran que sus hijos estén en casa por razones de seguridad”.

“Quizás sea tranquilizador que tampoco descubriéramos una disminución en el tiempo que las familias compartieron entre 2000 y 2015. Esto sugiere que los padres aún valoran aspectos clave de la vida familiar tradicional, como las comidas familiares o los pasatiempos compartidos, y tratan de priorizarlos frente a la presión del cambio tecnológico", concluye Mullan.