La soledad reduce en un 20% el volumen de las neuronas de la corteza sensorial y motora, al mismo tiempo que rompe su ADN. Este deterioro está asociado a la depresión, déficit cognitivo y pérdida de la memoria propios de las personas aisladas en hospitales y cárceles.
El aislamiento tiene importantes consecuencias fisiológicas y psicológicas, como la depresión, el estrés, déficits cognitivos, pérdida de memoria y de concentración. Ahora una nueva investigación ha comprobado que también daña a las neuronas de las zonas cerebrales asociadas a estos síntomas.
Lo ha descubierto un equipo de investigadores de la Universidad Thomas Jefferson de Filadelfia, que han presentado su investigación en la
reunión anual de la Society for Neuroscience celebrada estos días en San Diego, California.
Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850