El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, declaró que el ataque israelí en Qatar, que generó una fuerte controversia diplomática, no perjudicará la relación bilateral. Rubio confirmó el descontento del presidente y la Casa Blanca por la falta de notificación previa al bombardeo. El incidente, que ocurrió en territorio de un aliado clave de Estados Unidos, complica los esfuerzos para lograr una tregua en Gaza y la liberación de rehenes.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que el ataque israelí contra un objetivo de Hamás en Qatar no afectará las relaciones con Estados Unidos.
“Lo que ocurrió, ocurrió. Nosotros no estábamos contentos, el presidente tampoco”, declaró Rubio en una conferencia de prensa antes de partir hacia Jerusalén para tratar la crisis regional.
El incidente, considerado el primero en el que fuerzas israelíes operan en territorio catarí, un aliado crucial de Washington, provocó una fuerte conmoción diplomática y puso a prueba los intentos de lograr un alto el fuego en Gaza.
El propio Trump expresó su descontento e indicó que la Casa Blanca recibió una notificación tardía del bombardeo, lo que impidió cualquier intervención. “Vamos a tener que conversar sobre esto, especialmente sobre cómo puede afectar los esfuerzos de tregua”, señaló Rubio antes de su viaje.
Qatar juega un papel fundamental en los intentos de liberar a 48 rehenes que, según información oficial, están bajo el control de Hamás.
Esta gestión, en la que Estados Unidos también participaba como mediador, sufrió un duro revés tras el fallido intento israelí de eliminar a altos mandos del movimiento islamista en Doha. La respuesta del mundo árabe fue inmediata: varios países condenaron el uso de la fuerza en suelo catarí, lo que intensificó las tensiones y provocó un intercambio de reproches diplomáticos.
