Rusia ha movilizado una fuerza considerable, que incluye decenas de miles de soldados, con el respaldo de tropas norcoreanas que recientemente llegaron al país.
Según un funcionario estadounidense que habló con CNN este domingo, la operación militar tiene como objetivo llevar a cabo un asalto a las posiciones ucranianas en la región rusa de Kursk. El ataque está previsto para los próximos días y podría cambiar el curso de los enfrentamientos en esta zona de la guerra. La presencia de los soldados norcoreanos, que se han unido a las fuerzas rusas, ha aumentado la preocupación internacional sobre la extensión del conflicto.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, confirmó el jueves pasado que alrededor de 11.000 soldados de Corea del Norte se encuentran desplegados en la región de Kursk. Esta intervención de tropas extranjeras llega después de que la incursión ucraniana en la zona se haya estancado, con las fuerzas rusas manteniendo una posición de resistencia fuerte en la frontera. La llegada de los soldados norcoreanos refuerza la estrategia de Rusia para contrarrestar el avance ucraniano en las últimas semanas.
El New York Times reportó este domingo que alrededor de 50.000 soldados, tanto rusos como norcoreanos, están involucrados en el próximo asalto a Kursk. Esta cifra subraya la magnitud de la ofensiva que Moscú planea lanzar para recuperar el control de la región, que había sido ocupada por las fuerzas ucranianas durante los recientes avances de su invasión. Las autoridades ucranianas aún no han comentado sobre estos nuevos desarrollos, aunque la situación en la zona es cada vez más crítica.
Este esfuerzo de Rusia y Corea del Norte de unirse en la guerra contra Ucrania no es algo nuevo, ya que ambos países han forjado una alianza más estrecha desde la invasión rusa de Ucrania en 2022. Corea del Norte, a pesar de tener uno de los ejércitos más grandes del mundo, enfrenta dificultades debido a la falta de experiencia en combate de la mayoría de sus soldados. A pesar de esto, la cooperación entre los dos países sigue fortaleciéndose, lo que plantea nuevas preocupaciones sobre el futuro del conflicto.
Mientras tanto, las fuerzas rusas continúan sus ataques en el este de Ucrania, mientras Ucrania se prepara para enfrentar una nueva ola de ataques rusos con la incorporación de fuerzas extranjeras. El presidente Zelensky ha solicitado más apoyo internacional, señalando que la situación está alcanzando una fase de escalada, con la participación de más actores internacionales. Este desarrollo ocurre mientras Ucrania y sus aliados en la OTAN siguen buscando formas de contener a Rusia, a pesar de los desafíos diplomáticos internos, como el debate en Estados Unidos sobre su apoyo continuo a Kyiv.