La integración del Internet de las Cosas (IoT) en la agricultura está transformando el sector, permitiendo a los agricultores monitorear sus cultivos y recursos de manera más precisa.
A través de sensores y dispositivos conectados, los agricultores pueden controlar el riego, la temperatura del suelo y las condiciones atmosféricas en tiempo real.
Estos avances no solo mejoran la productividad, sino que también ayudan a reducir el uso de agua y fertilizantes, contribuyendo a una agricultura más sostenible. La tecnología permite a los agricultores reaccionar de inmediato ante cualquier cambio en las condiciones del terreno, optimizando la eficiencia y reduciendo costos.
Empresas de tecnología agrícola están desarrollando plataformas de IoT que permiten a los usuarios analizar datos históricos para tomar decisiones informadas. Además, con la ayuda de drones y otros dispositivos automatizados, el monitoreo de grandes extensiones de terreno es más rápido y preciso.
Este tipo de soluciones se está implementando principalmente en países desarrollados, aunque hay iniciativas para hacer la tecnología accesible a pequeños agricultores en economías emergentes. La agricultura inteligente con IoT es una tendencia en crecimiento, que busca mejorar la producción sin comprometer el medio ambiente.