La sentencia judicial concluye que durante más de una década, Google combinó su servidor de publicidad y su plataforma de intercambio para consolidar su posición de monopolio en dichos mercados
Un juez federal dictaminó que Google violó la ley al afianzar su dominio en el sector de la tecnología publicitaria en línea, otorgando una victoria al Departamento de Justicia de EE.UU. en su demanda antimonopolio contra la empresa tecnológica. La jueza Leonie Brinkema determinó que Google participó deliberadamente en prácticas anticompetitivas para obtener y mantener poder de monopolio en los mercados de servidores de anuncios para editores e intercambios de anuncios para publicidad gráfica en la web abierta, aunque desestimó una parte de la acusación gubernamental.
El fallo judicial establece que durante más de diez años, Google vinculó su servidor de anuncios para editores y su plataforma de intercambio mediante acuerdos contractuales e integración tecnológica, lo que le permitió establecer y proteger su posición de monopolio en ambos mercados. El Departamento de Justicia y varios estados demandaron a Google, argumentando que su monopolio en la tecnología publicitaria web le permitía imponer precios más altos y obtener una mayor parte de cada transacción.
En contraste, durante el juicio de tres semanas, Google argumentó que la visión del mercado presentada por el gobierno estadounidense era irreal y que sus herramientas facilitan la generación de ingresos tanto para editores como para anunciantes. Esta decisión judicial precede al enfrentamiento entre Google y el Departamento de Justicia en otro juicio federal la próxima semana en Washington D. C., la segunda fase del caso de monopolio de Google Search, que podría resultar en la división de la compañía.
Google no es la única empresa tecnológica bajo la lupa del Departamento de Justicia, que también ha demandado a Apple por supuestamente dificultar que los consumidores abandonen sus dispositivos y software. Asimismo, la Comisión Federal de Comercio ha demandado a Amazon, acusándola de presionar a pequeñas empresas, y a Meta, por eliminar competidores mediante la adquisición de Instagram y WhatsApp, cuyo juicio antimonopolio comenzó esta semana en Washington D. C.