15
Sáb, Nov

El Papa Francisco Advierte Sobre el 'Peligro' del Cine y Pide Proteger su 'Valor Social'

Internacionales
El Papa Francisco expresó su preocupación por la disminución de las salas de cine, destacando la importancia de proteger el valor social y cultural del cine. Durante una audiencia en el Vaticano con figuras destacadas del cine, el pontífice instó a las instituciones a apoyar esta forma de arte. Francisco enfatizó el papel del cine en la promoción de valores humanos y la narración de la experiencia espiritual humana.

El Papa Francisco lamentó este sábado la «inquietante reducción» de los cines e instó a las instituciones a salvaguardar su «valor social», durante una reunión en el Vaticano con celebridades como Cate Blanchett, Viggo Mortensen y Spike Lee.

«Los cines están experimentando una inquietante reducción que los está eliminando en ciudades y barrios. Muchos afirman que el arte del cine y la experiencia cinematográfica están en riesgo. Exhorto a las instituciones a no rendirse y a colaborar para confirmar el valor social y cultural de esta actividad», expresó el pontífice, generando el aplauso de los presentes.

Francisco ha invitado al Vaticano a numerosos actores, actrices o cineastas de Hollywood y otras industrias para «analizar las alternativas que la creatividad artística ofrece a la Iglesia para impulsar los valores humanos», según el Dicasterio para la Cultura.

En primera fila, sentados en la imponente Sala Clementina del Palacio Apostólico, escucharon sus palabras Cate Blanchett, Spike Lee, Viggo Mortensen y Monica Bellucci.

Al evento también fueron invitados cineastas como el español Albert Serra, Marco Bellocchio, Emir Kusturica, George Miller, Gaspar Noé, Gus van Sant o la argentina Laura Citarella.

El Papa argentino describió el cine como «un arte popular en el sentido más elevado, que nace para todos y habla a todos».

«Es gratificante reconocer que, cuando la linterna mágica del cine se enciende en la oscuridad, se enciende simultáneamente la mirada del alma, porque el cine sabe fusionar lo que parece ser solo entretenimiento con la narración de la aventura espiritual del ser humano», afirmó.

En su defensa del séptimo arte, del que es un reconocido admirador, Francisco aseguró que «las estructuras culturales, como los cines y los teatros, son corazones latentes de nuestros territorios, porque contribuyen a su humanización».

«Si una ciudad está viva es también gracias a sus espacios culturales: debemos habitarlos, construir relaciones en ellos, día tras día», advirtió.

Porque, enfatizó, «nuestra época necesita testigos de esperanza, de belleza, de verdad» y los actores, actrices o cineastas pueden contribuir a ello, recuperando «la autenticidad de la imagen para salvaguardar y promover la dignidad humana».

«No teman confrontar las heridas del mundo. La violencia, la pobreza, el exilio, la soledad, las adicciones, las guerras olvidadas son heridas que piden ser vistas y contadas. El gran cine no explota el dolor: lo acompaña, lo indaga. Esto es lo que han hecho todos los grandes directores», mantuvo.

La importancia del séptimo arte, indicó, no depende de «la lógica del algoritmo» que, ilustró, «tiende a repetir aquello que funciona».

«No todo debe ser inmediato o previsible: defiendan la lentitud cuando es necesaria, el silencio cuando habla, la diferencia cuando provoca. La belleza no es solo evasión, sino sobre todo invocación»; alentó a los artistas que le escuchaban.

Asimismo, el papa recordó que hace exactamente 130 años, el 28 de diciembre de 1895, París fue sede de la primera proyección cinematográfica pública con los hermanos Lumière.