Miles de mujeres se movilizaron en la Ciudad de México durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, demandando el fin de los feminicidios y justicia para las víctimas. Las manifestantes exigieron el cese de la criminalización de la protesta y de los asesinatos de defensoras, así como acceso al aborto legal y seguro. Madres de víctimas, sobrevivientes y activistas encabezaron la marcha.
En la capital del país, miles de mexicanas tomaron nuevamente las calles este martes, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Su objetivo fue demandar un freno a la violencia feminicida, que diariamente cobra la vida de un promedio de diez mujeres en el país, así como justicia para las sobrevivientes, las desaparecidas y todas las víctimas de agresiones machistas y desigualdad de género.
Entre las principales peticiones, resaltaron la detención de la criminalización de las manifestaciones y de los asesinatos de madres buscadoras, defensoras y activistas, además del acceso real al aborto legal y sin riesgos.
Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín Rivera, marchó un año más en memoria de su hija, quien fue asesinada en la Universidad Nacional Autónoma de México en 2017. Inicialmente, las autoridades catalogaron este feminicidio como un suicidio.
“Hoy marchamos, principalmente, por aquellas que ya no están, para hacer evidente que las extrañamos (…) y para exigir que las queremos de vuelta, porque vivas se las llevaron; que no son suicidios, son feminicidios, y que estamos vivas y nos queremos vivas”, expresó a un medio antes de que iniciara la movilización.
Junto a ella, liderando la protesta, se encontraban otras madres de jóvenes que fueron víctimas de feminicidio, mujeres que buscan a personas desaparecidas y sobrevivientes de intentos de feminicidio.
Luego de sobrevivir a dos intentos de feminicidio en 2020, Yeritza Bautista participó en este 25N junto con la recientemente formada Red Nacional de Sobrevivientes de Feminicidio (Renase). Esta red busca impulsar modificaciones legislativas, como el aumento de las penas por el delito de feminicidio, que actualmente alcanzan los 11 años de prisión, mientras que la condena por violencia familiar es de 9 años.
“Yo marcho por mi propia historia, por la historia de mis compañeras y para brindarnos apoyo entre todas”, comentó Yeritza.
Bautista indicó que muchos de estos ataques son clasificados como lesiones, violencia intrafamiliar o intento de homicidio, entre otros delitos. Esto dificulta la correcta evaluación de la magnitud de este problema y su adecuada atención.
Según el informe más reciente sobre violencia de género del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y octubre de 2025 se han reportado 67.785 casos por el delito de lesiones dolosas.