El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este viernes una nueva ley que busca abordar los efectos del cambio climático y acelerar la transición hacia energías renovables en el país.
Con una inversión histórica de 370 mil millones de dólares, la legislación pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar el uso de energía limpia en todos los sectores económicos.
Este ambicioso plan incluye incentivos fiscales para empresas y ciudadanos que inviertan en energía solar, eólica y otras fuentes renovables. Además, se prevé la creación de miles de empleos en la industria verde, lo que podría mejorar la economía estadounidense mientras combate el calentamiento global.
Los defensores de la ley celebran la decisión como un paso crucial para cumplir con los objetivos climáticos de la nación, mientras que los opositores argumentan que podría generar un aumento en los impuestos y en la deuda nacional. Sin embargo, la administración de Biden defiende que los beneficios a largo plazo superarán los costos iniciales.
El gobierno federal también se comprometió a reducir las emisiones de carbono en un 50% para el año 2030, como parte de sus compromisos internacionales para la lucha contra el cambio climático. Este plan es una respuesta a la creciente preocupación sobre el impacto ambiental de las políticas previas.
La nueva legislación ha generado debates tanto dentro del Congreso como entre los ciudadanos, pero muchos coinciden en que esta es una oportunidad para un cambio significativo hacia un futuro más sostenible.