Irán reitera su derecho a responder a lo que considera acciones agresivas por parte de Israel, después de que dos miembros de la Guardia Revolucionaria iraní perdieran la vida en un ataque aéreo en Siria.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní advierte que no dejarán sin respuesta los actos que consideran como crímenes por parte del régimen sionista. Los oficiales iraníes en Siria operan bajo la invitación del gobierno de Damasco y han enfrentado numerosas bajas desde el inicio del conflicto en 2011.
Ante la pérdida de dos miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución iraní en un ataque aéreo israelí en Siria, Nasser Kanaani, vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, subrayó que la integridad y el sacrificio de sus asesores militares no serán olvidados. La declaración se produce tras la muerte de Meqdad Mehghani Jafarabadi, quien resultó herido en un ataque al que se refirió como "criminal" por parte del régimen sionista, según informes de Reuters que citan al IRGC en un comunicado emitido el domingo.
Previamente, el CGRI confirmó la muerte de otro oficial y asesor militar, Milad Haydari, en el mismo incidente. Las autoridades iraníes, en un mensaje firme, aseguraron que los crímenes cometidos por el régimen sionista no quedarán impunes y enfrentarán las consecuencias correspondientes.
Irán explicó que su presencia en Siria se limita a un papel de asesoramiento solicitado por el gobierno de Damasco. Desde el inicio del conflicto en 2011, decenas de miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, incluidos oficiales de alto rango, han perdido la vida en el país vecino.
El respaldo de Irán a sus asesores militares y la promesa de una respuesta adecuada resuenan en medio de las tensiones regionales. La afirmación de su derecho a actuar contra lo que considera "terrorismo de Estado" por parte de Israel subraya la postura firme de Teherán en la región.
Las acciones en Siria son solo una faceta del conflicto más amplio en el Medio Oriente, donde los intereses y las rivalidades políticas han alimentado décadas de confrontación. Irán, con su papel cada vez más visible en la región, busca afirmar su influencia y proteger sus intereses estratégicos. En esta lucha por la supremacía regional, las confrontaciones directas y los enfrentamientos indirectos se han convertido en una realidad constante.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención, consciente de las ramificaciones potenciales de cada movimiento en una región marcada por la volatilidad y la interconexión de conflictos. El equilibrio de poder y la estabilidad en el Medio Oriente siguen siendo desafíos esenciales para la seguridad y la paz mundiales.
