Una parte de la comunidad de naciones se opone a una intervención de fuerza en Haití, teniendo en cuenta los resultados de incursiones años atrás.
Unos tres meses después de que estallara una fuerte crisis en Haití y de que el gobierno de la isla antillana perdiera y luego recuperara el control del principal puerto del país de manos de las pandillas, la Organización de Naciones Unidas anunció el jueves que un fuerte paquete de sanciones pudiera estar listo en enero de 2023.
"Creo que hay un sentido de urgencia, muchos de los actores comparten ese sentido de urgencia. Pero es complicado", dijo Ulrika Richardson, la asistente especial de la ONU para Haití en una conferencia de prensa.
El régimen de sanciones de la ONU, en respuesta a la violencia de las pandillas y la crisis humanitaria pudiera echar a andar a inicios de 2023.
La ONU todavía discute la implementación de una fuerza de paz, tres meses después de que el secretario general, Antonio Guterres propusiera el concurso de varias naciones para solucionar la crisis en Haití.
Richardson remarcó que la gente se enfrenta a la violencia a diario en la capital, Puerto Príncipe, y advirtió que algo así "no puede continuar".
Sin embargo, el posible uso de una fuerza internacional de acción conjunta ha encontrado la reticencia de varias naciones, teniendo en cuenta los resultados de intervenciones humanitarias anteriores.
Las pandillas haitianas han expandido su territorio desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. La violencia ha dejado al país en el caos, con enfrentamientos frecuentes entre las fuerzas del orden y las pandillas.
Los datos de la ONU indican que unas 155.000 personas habían sido desplazadas internamente, un 77 % más que en agosto.
La organización internacional ha denunciado el ambiente de violencia en el que grupos de delincuentes han utilizado los abusos sexuales para mantener a la población bajo control.
Un informe reciente de la ONU reveló la violación masiva de 52 mujeres en Haití en julio. Richardson dijo que para muchos esto sucedió frente a sus hijos y que varias víctimas no buscaron apoyo médico por temor a represalias o vergüenza.
[Con información de Reuters]
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