El presidente de Haití, Laurent Saint-Cyr, calificó este jueves a su nación como "un país en guerra" ante la Asamblea General de la ONU, debido a la incesante violencia de las pandillas. La situación ha provocado la huida de más de un millón de personas, la destrucción de infraestructuras y graves violaciones de derechos humanos, llevando al mandatario a reiterar su solicitud de un mayor respaldo de la comunidad internacional.
El presidente haitiano, Laurent Saint-Cyr, afirmó este jueves ante la Asamblea General de la ONU que Haití se encuentra "en un estado de guerra" debido a la devastadora violencia de las pandillas, reiterando su petición de un respaldo más contundente por parte de la comunidad internacional.
El líder del Consejo Presidencial de Transición de Haití detalló que "diariamente, vidas inocentes son arrebatadas por disparos, incendios y el terror. Comunidades enteras se desvanecen, forzando a más de un millón de individuos a un desplazamiento interno y aniquilando el patrimonio, las inversiones y la infraestructura".
Con firmeza, añadió que "miles de jóvenes se ven abocados a la desesperanza, y centenares de niñas y mujeres que han sufrido violaciones cargarán de por vida las marcas de la violencia tanto física como emocionalmente. Los centros hospitalarios son objeto de saqueos, incendios o se ven obligados a cesar sus operaciones. Los profesionales médicos huyen, y numerosas vidas se pierden por la carencia de asistencia".
En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Saint-Cyr proclamó: "Esta es la realidad actual de Haití: una nación en conflicto, un Guernica contemporáneo, una catástrofe humanitaria ubicada a las puertas de Estados Unidos, ¡a tan solo cuatro horas de vuelo de este lugar!".
En un esfuerzo por controlar la violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en 2023 el establecimiento de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), bajo el liderazgo de Kenia, con el propósito de fortalecer a la policía de Haití. No obstante, la misión solo dispone de aproximadamente mil de los 2.500 miembros que se habían proyectado. Estados Unidos promueve su transformación en una "fuerza de combate contra las pandillas" que incluiría a más de 5.500 agentes policiales y militares, una propuesta que cuenta con el respaldo del presidente haitiano.
Saint-Cyr alertó que "Haití está en el centro de una amenaza regional de magnitud inédita. Poderosas y fuertemente armadas organizaciones criminales aspiran a desestabilizar la nación y ejercer control sobre las economías de toda nuestra región compartida".
Añadió que "si no logramos confrontarlos en nuestro propio territorio, será una quimera intentar contenerlos en otras zonas de la región", e hizo un llamado a la comunidad internacional para que actúe con una firmeza comparable a la empleada en la batalla contra el terrorismo.
La coyuntura en Haití, la nación más empobrecida del continente americano, ha empeorado de manera significativa desde principios de 2024. En ese momento, las agrupaciones armadas forzaron la renuncia del entonces primer ministro Ariel Henry, lo que precipitó al país a una situación de crisis aún más grave.