Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en Asia Oriental con el despliegue permanente de drones MQ-9 Reaper en la base aérea de Kunsan, Corea del Sur. Esta acción, que reactiva el 431st Expeditionary Reconnaissance Squadron, responde a las crecientes tensiones en la región. Los drones, con su amplio alcance, permitirán una mayor capacidad de vigilancia y reconocimiento en el Indo-Pacífico.
El despliegue permanente de drones MQ-9 Reaper en la base aérea de Kunsan, ubicada a solo 402 kilómetros de la costa china, señala un nuevo capítulo en la estrategia de defensa estadounidense en Asia Oriental. La reactivación del 431st Expeditionary Reconnaissance Squadron en territorio surcoreano, anunciada por la Fuerza Aérea de Estados Unidos el lunes, es una respuesta a la creciente tensión militar en la región y fortalece la presencia aérea estadounidense en la península coreana.
La base de Kunsan, situada en la costa oeste de Corea del Sur, al sur de Seúl, servirá como centro de operaciones para los drones Reaper. Estas aeronaves, equipadas con un solo motor turbohélice, son capaces de llevar a cabo misiones de combate y reconocimiento con gran autonomía.
Según la información proporcionada por la Fuerza Aérea, los MQ-9 Reaper tienen un alcance superior a los 2.575 kilómetros y pueden mantenerse en vuelo de forma indefinida mediante reabastecimiento aéreo, lo que aumenta significativamente las capacidades militares estadounidenses en la región.
El radio de acción de los Reaper no solo abarca el territorio norcoreano —la zona desmilitarizada se encuentra a unos 241 kilómetros al norte de Kunsan—, sino también áreas estratégicas como el mar de China Oriental y Taiwán, situados a aproximadamente 1.287 kilómetros. La proximidad de la base a la China continental y al mar de Bohai, donde la marina china realiza ejercicios con frecuencia (a unos 966 kilómetros), destaca la importancia estratégica de este despliegue.
En un comunicado, la Fuerza Aérea de Estados Unidos aseguró que las operaciones de los MQ-9 respaldarán las prioridades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en todo el teatro del Indo-Pacífico, una región que se extiende desde las aguas frente a la costa oeste estadounidense hasta la frontera occidental de la India, y desde la Antártida hasta el Polo Norte.
El teniente coronel Douglas Slater, quien asumirá el mando del escuadrón, enfatizó: “El despliegue del MQ-9 aporta una capacidad poderosa a la región”. Añadió: “Estamos aquí para apoyar la misión, profundizar la cooperación y demostrar nuestro compromiso compartido con la seguridad y la estabilidad en todo el Indo-Pacífico”.
Los MQ-9 Reaper pueden equiparse para misiones de combate con misiles Hellfire y bombas guiadas por láser. La decisión de estacionarlos de forma permanente en Kunsan refuerza el compromiso de Washington con Corea del Sur y sus aliados en el Pacífico, en un momento en el que algunos sectores han expresado dudas sobre la continuidad de ese respaldo, especialmente mientras la administración de Donald Trump evalúa desafíos de seguridad más próximos al territorio estadounidense.
Aunque no se ha especificado cuántos Reaper estarán basados en Kunsan, una hoja informativa de la Fuerza Aérea indica que, en enero, el Comando de Operaciones Especiales contaba con 50 drones de este tipo en su inventario.
La denominación del escuadrón como 431st recupera una tradición que se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando fue activado en 1943 en Australia como 431st Fighter Squadron, encargado de escoltar bombarderos estadounidenses en el Pacífico con cazas P-38 Lightning de largo alcance. Su última actividad registrada fue como unidad de pruebas de aviones F-111 en California, hasta su cierre en 1992.
La activación del 431st Expeditionary Reconnaissance Squadron constituye el segundo gran movimiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la península coreana este año. En julio, la institución inició el traslado de cazas F-16 desde Kunsan hacia la base aérea de Osan, a poco más de 129 kilómetros al norte, con el objetivo de conformar un “super escuadrón” más próximo a Corea del Norte.
Según un comunicado oficial emitido en julio, el plan contemplaba el traslado de 31 F-16 y 1.000 efectivos de Kunsan a Osan antes de octubre. Esta reubicación temporal se mantendrá hasta octubre del próximo año, periodo en el que se evaluará si la medida permite “maximizar las capacidades y aumentar la efectividad de combate en la península coreana”, según detalló la Fuerza Aérea.