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Sáb, Nov

Sirikit, Reina Madre de Tailandia, Fallece a los 93 Años

Internacionales
La Reina Madre Sirikit de Tailandia ha fallecido a la edad de 93 años, marcando el final de una era estrechamente ligada al extenso reinado de su esposo, el Rey Bhumibol Adulyadej. Reconocida por su elegancia y su papel diplomático, Sirikit se convirtió en un símbolo de la realeza a nivel global. Su legado perdura en Tailandia como un emblema de patriotismo y maternidad nacional.

La reina madre de Tailandia, Sirikit, murió este sábado a los 93 años de edad, cerrando un ciclo histórico definido por el extenso mandato de su esposo, el rey Bhumibol Adulyadej (Rama IX), quien estuvo al frente del país entre 1946 y 2016.

Sirikit destacó por su distinción, su sonrisa y su función en la diplomacia, aspectos que la consolidaron como una figura real de renombre internacional. Durante la Guerra Fría, brindó su apoyo a diversas fundaciones y grupos que defendían la monarquía frente al avance del comunismo.

Alejada de la atención pública desde 2012 debido a complicaciones cardíacas, su influencia perdura como un emblema de distinción, fervor patriótico y la representación de la maternidad en Tailandia, donde su natalicio sigue siendo celebrado como el Día de la Madre.

Durante el periodo de gobierno de Rama IX, un monarca muy respetado perteneciente a la dinastía Chakri, la reina Sirikit acompañó fielmente al rey, ganando reconocimiento mundial por su perpetua sonrisa y su imagen glamurosa. Estas características la convirtieron en una figura destacada de la realeza y la política a nivel internacional, comparable a personalidades como Farah Diba, Imelda Marcos o Grace Kelly.

Su notoriedad global se cimentó en 1960, cuando los monarcas realizaron visitas oficiales a 40 naciones, incluyendo España. Allí, fueron recibidos con honores por el dictador Franco y su esposa, Carmen Polo, y Sirikit fue condecorada con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.

En 1932, se produjo la abolición de la monarquía absoluta en Tailandia, y durante la década siguiente, la Casa Real experimentó una pérdida gradual del poder que había ostentado hasta ese momento. Sin embargo, Bhumibol logró revitalizar su prestigio.

El rey se transformó en un elemento de unidad para la nación, siendo reverenciado por gran parte de la población tailandesa como una figura casi divina. Este reconocimiento se debió a su labor social y a una imagen cuidadosamente construida como «dhammaraja» (protector del budismo).

Además de su atractivo y elegancia, Sirikit demostró tener un carácter enérgico, y en la década de los setenta fue designada como protectora de los Vigilantes de los Pueblos, una organización paramilitar dedicada a combatir a los insurgentes del Partido Comunista de Tailandia.

En 2012, Sirikit fue diagnosticada con cardiopatía isquémica, una condición causada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias. Esta enfermedad la mantuvo hospitalizada durante un período de cuatro años, lo que resultó en una casi completa desaparición de la vida pública, a pesar de haber sido dada de alta en noviembre de 2016.