El presidente Donald Trump ha impuesto un arancel del 10% sobre productos provenientes de Canadá, intensificando la disputa comercial entre las dos naciones. La decisión, comunicada a través de Truth Social, responde a una campaña publicitaria canadiense que el expresidente considera engañosa. Este incremento arancelario ha provocado la suspensión de conversaciones comerciales bilaterales y generado reacciones en ambos países.
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo público este sábado un aumento del 10% en los impuestos a productos que llegan desde Canadá, lo que agudiza las diferencias comerciales entre las dos naciones. El anuncio se hizo a través de su plataforma Truth Social y se produce después de la difusión de una campaña publicitaria canadiense que Trump tildó de “fraude”.
Según el exmandatario, el anuncio, impulsado por el gobierno de Ontario durante el primer juego de la Serie Mundial, distorsiona extractos de un discurso de Ronald Reagan de 1987 sobre impuestos y pretende influir en la próxima revisión de la Corte Suprema estadounidense sobre la legalidad de los gravámenes establecidos por su gobierno. La Fundación Reagan manifestó que el material utiliza “audio y video selectivos” y no refleja el contexto completo del discurso.
Como consecuencia, la Casa Blanca ratificó la interrupción de las pláticas comerciales bilaterales, frenando el progreso en negociaciones sobre la disminución de impuestos estadounidenses al acero, aluminio y automóviles canadienses.
En Ottawa, el primer ministro canadiense, Mark Carney, manifestó su voluntad de retomar el diálogo, pero la postura estadounidense se volvió más severa después de la campaña de Ontario. Kevin Hassett, consejero de la Casa Blanca y director del Consejo Económico Nacional, advirtió que las negociaciones se topan con obstáculos debido a “falta de flexibilidad” por parte de Canadá.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, indicó que los anuncios seguirían emitiéndose durante el fin de semana, aprovechando los partidos de la Serie Mundial, pero señaló que la campaña se detendrá a partir del lunes para facilitar la posible reanudación de las conversaciones.
A la escalada comercial se añadió la decisión canadiense de reducir de forma importante las cuotas de importación libres de impuestos para los fabricantes estadounidenses General Motors y Stellantis, justificando ajustes de producción en su territorio.
