La vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, ha desmentido cualquier distanciamiento con la presidenta Ursula von der Leyen tras la controversia generada por sus declaraciones sobre Gaza. Ribera usó el término 'genocidio' para referirse a la situación en Gaza, a diferencia de la postura oficial de la Comisión. La ausencia de Ribera en la rueda de prensa sobre la multa a Google alimentó especulaciones sobre posibles tensiones.
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera, negó este miércoles cualquier distanciamiento con la presidenta de la institución, Ursula von der Leyen, tras la polémica suscitada por su descripción de la situación en Gaza como genocidio.
En una reunión con periodistas españoles en Estrasburgo, Ribera abordó por primera vez las informaciones publicadas esta semana en medios europeos y españoles sobre supuestas tensiones con Von der Leyen a raíz de sus declaraciones sobre Gaza y otras posturas.
El jueves pasado, la vicepresidenta para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, se diferenció del resto de la Comisión al emplear la palabra «genocidio» para referirse a la situación en Gaza. Posteriormente, el Ejecutivo comunitario aclaró que no compartía el uso de dicho término.
Al día siguiente, la Comisión anunció una importante multa a Google. La ausencia de Ribera, comisaria de Competencia, en la rueda de prensa para explicar la decisión, fue interpretada por algunos medios como un posible intento de evitar preguntas sobre Gaza.
«Nunca jamás me he encontrado con ningún tipo de veto», afirmó Ribera, desmintiendo que se le hubiera impedido hablar con la prensa para el anuncio.
Ribera aseguró que la decisión sobre cómo gestionar la comunicación de la multa de 2.950 millones de euros a Google fue conjunta, y optaron por una «explicación técnica» con una rueda de prensa encabezada por expertos, debido a que «la decisión final se tomó el viernes por la tarde».
«Ha habido un cierto revuelo que, primero, es injustificado y que, segundo, niego completamente: la política de comunicación, además, la resolvimos juntas (con Von der Leyen)», insistió Ribera.
La comisaria española, quien tampoco ofreció una rueda de prensa cuando Bruselas multó a Apple y Meta hace unos meses, insistió en que la multa a Google «hablaba por sí sola» y que su presencia no era necesaria.
Esta multa a Google por abuso de posición dominante ha provocado una reacción airada y nuevas amenazas por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, pero la vicepresidenta comunitaria recalcó que «es capital preservar la soberanía regulatoria» de la Unión Europea.
«Cualquiera que opera en el mercado europeo está sometido a las mismas reglas, del mismo modo en que cualquiera que opera en el mercado americano está sometido a las reglas federales o estatales», afirmó.
Ribera es una de los cuatro socialistas entre los veintisiete comisarios que forman la Comisión de Von der Leyen, y se ha desmarcado en ocasiones de la línea oficial marcada por la alemana, incluso respecto a la flexibilización del recorte obligatorio de emisiones de CO2 a los fabricantes automovilísticos.