El presidente dominicano, Luis Abinader, ha hecho de la crisis haitiana un pilar fundamental de su política exterior. Desde 2021, ha instado repetidamente a la comunidad internacional a intervenir con urgencia para contrarrestar la violencia de las bandas armadas y evitar el colapso total de Haití. Sus llamados se han realizado en diversos foros internacionales, incluyendo la ONU y la OEA, buscando una solución colectiva al conflicto.
El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha priorizado la crisis haitiana en su agenda internacional, abogando en múltiples foros por una intervención urgente de la comunidad internacional para combatir la violencia de las bandas armadas y prevenir el colapso total de Haití.
Recientemente, en la 80ª Asamblea General de la ONU, Abinader apoyó una resolución para transformar la Misión de Seguridad en Haití en una fuerza con capacidad efectiva para restablecer el orden y la paz.
Sus intervenciones han incluido el Consejo Permanente de la OEA en Washington, la Reunión de Jefes de Estado del SICA en Santiago, la XXVIII Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo, la Cumbre UE-CELAC en Bruselas, el Consejo de Seguridad de la ONU y la Asamblea General de la ONU.
Abinader ha enfatizado reiteradamente que no existe, ni existirá, una solución dominicana a la crisis haitiana, instando a la ONU a adoptar medidas más enérgicas ante el deterioro institucional y la violencia en Haití.
En el Consejo Permanente de la OEA, describió la situación en Haití como una "guerra civil de baja intensidad", solicitando acciones inmediatas para fortalecer la Policía Nacional haitiana y detener el tráfico de armas.
En la Reunión de Jefes de Estado del SICA en Santiago, los líderes centroamericanos respaldaron el llamado de República Dominicana a la comunidad internacional para ayudar a Haití a superar su crisis política, social y humanitaria.
Durante la XXVIII Cumbre Iberoamericana en Santo Domingo, Abinader afirmó que la única solución para Haití es pacificar el país, instando a la comunidad internacional a no tolerar la violencia de las bandas, que afecta principalmente a la población pobre, mientras las élites residen en el extranjero.
En la Cumbre UE-CELAC en Bruselas, Abinader recalcó el compromiso inquebrantable de República Dominicana con la resolución de la crisis haitiana, a pesar del cansancio que pueda existir en otros países, demandando un mayor compromiso de Europa y Latinoamérica.
En la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2023, Abinader reiteró la inexistencia de una solución dominicana al problema haitiano, una postura respaldada por Homero Figueroa, vocero de la Presidencia, quien declaró en X: "No hay ni habrá nunca una solución dominicana al problema haitiano"
En febrero de 2024, ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Abinader abogó por el despliegue de una misión multinacional para enfrentar la escalada de violencia de las bandas criminales en Haití, que controlan gran parte del territorio e impiden la llegada de ayuda humanitaria, recalcando que la comunidad internacional no debe permitir que la catástrofe del pueblo haitiano continúe.
En la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2024, reiteró que la estabilidad de Haití es una necesidad estratégica para la seguridad de República Dominicana y toda la región, solicitando una misión internacional sostenida.
En la 80ª Asamblea General de la ONU en septiembre de 2025, República Dominicana expresó su firme apoyo a la propuesta de Panamá y Estados Unidos para transformar la Misión de Seguridad en Haití en una fuerza con capacidad real para restablecer la paz, destacando la iniciativa que incluye una estructura de mando reforzada, metas claras y apoyo logístico. Abinader reiteró su postura desde 2021 de que la única salida para Haití es una acción internacional coherente y sostenida.