03
Vie, Oct

Tradición Culinaria Nocturna: Lugares Emblemáticos para Comer Después de la Fiesta en Santo Domingo

Nacionales
Santo Domingo, una ciudad vibrante y festiva, ofrece una rica tradición de establecimientos de comida que satisfacen el apetito nocturno de sus ciudadanos. Desde opciones clásicas que ya no existen hasta los favoritos actuales, estos lugares han sido refugios culinarios para quienes buscan reponer energías después de una noche de baile y celebración. Este artículo explora algunos de estos emblemáticos comedores y puestos de comida que han marcado la vida nocturna capitaleña.

Santo Domingo es una ciudad conocida por su ambiente festivo, donde las celebraciones a menudo se extienden hasta la madrugada e incluyen baile y bebidas. Como resultado, muchos ciudadanos buscan algo para comer antes de regresar a sus hogares a descansar.

Por esta razón, en el pasado y en el presente, han existido y existen lugares de comida que se han convertido en parte de la rutina de muchos noctámbulos. Después de una serie de actividades recreativas, estos establecimientos ayudan a los capitaleños a llenar sus estómagos y mitigar las horas sin comer y el consumo de alcohol.

Entre los sitios de este tipo, se pueden mencionar varios que han desaparecido y otros que aún operan, como el Comedor Marisol, Blanquiní, la Cafetería Dumbo, Casa Paco’s, El Gran Encuentro (con sus dos ubicaciones), Barra Payán, La vecina y el vecino, El Bacano, Lumy´s (que luego se transformó en Adrián Tropical), Rico Hot Dog, Marcial Independiente, y El Ejecutivo. También se incluyen todos los puestos de chimis y otras opciones en la Núñez de Cáceres, o Picalongaligh1 By Omar. Todos estos son algunos de los lugares, tanto del pasado como del presente, que han saciado el hambre de muchos noctámbulos en la capital.

Estos espacios ofrecen alimentos que fortalecen el organismo después de varias horas consumiendo alcohol, como caldos (cocidos, sancocho, mondongo), sándwiches, hamburguesas, hot dogs, yaraoas, frituras (picalongas, carnes fritas, tostones), entre otras ofertas que ayudan a quienes se han excedido con las bebidas a reponer los niveles de azúcar y grasas en el organismo.

Para encontrar los primeros caldos reparadores, algunos sitios ideales hace varias décadas eran el Comedor Marisol, o “La Marisol”, como era conocido este legendario lugar, que estaba ubicado en la María Montez, en Villa Juana. En esa misma calle se puede encontrar también uno de los dos locales de El Gran Encuentro. El otro está en la avenida Pedro Livio Cedeño, en la frontera del mencionado barrio con Villas Agrícolas.

Hoy en día, se pueden encontrar caldos de distintos tipos en los locales de Adrián Tropical, en las avenidas 27 de febrero con Núñez de Cáceres, Abraham Lincoln y George Washington, donde también son populares sus mofongos.

Casa Paco ‘s ofrece una variedad de opciones, que también incluye, como en los antes mencionados, caldos.

Hace algunas décadas, Blanquiní, que tuvo varias ubicaciones (primero en la calle Barahona casi esquina avenida Duarte; después en la avenida Máximo Gómez esquina República del Paraguay, y por último en la avenida Independencia), era famoso por su pipián con yuca para aquellos que no querían llegar a casa sin comer algo.

Quienes buscaban sándwiches tenían y aún tienen Barra Payán, la legendaria cafetería que, después de muchos años con un solo local con su nombre en la avenida 30 de marzo, hoy tiene varias sucursales esparcidas por la ciudad. En el pasado, estos emparedados también se ofrecían en la Cafetería Dumbo, que estaba frente al parque Independencia.

Si se prefieren hamburguesas, y dependiendo de la ubicación, las opciones son variadas. El Bacano lleva más de 30 años en la avenida Pedro Livio Cedeño, próximo a la avenida Duarte. De igual manera, en el parque de Los Jardines, está La vecina y el vecino, que comenzó hace tiempo y hoy toda esa zona está llena de carritos de comida con diferentes ofertas, como picalongas y demás frituras, entre otras.

A estos lugares de chimis se une El Ejecutivo, en la avenida Independencia, frente a la Cervecería Nacional Dominicana, y todos los carritos de comida que ocupan los parqueos de la avenida Núñez de Cáceres, y Picalongaligh1 By Omar, con sus sucursales de Santo Domingo Este, donde se pueden encontrar tripitas, orejitas y otras frituras grasosas que ayudan a los bebedores a bajar los niveles de alcohol.

Otra marca que puede encontrarse en cualquier punto de la ciudad, ya que con sus casi cien locales es una opción para quienes están hasta altas horas de la noche en la calle, dado que laboran las 24 horas. Pero antes de que estos se hicieran tan populares, los jóvenes de los 90s y 2000 tuvieron en Marcial Independiente, que estuvo en la 27 de febrero esquina Privada, una novedosa oferta de hot dogs y hamburguesas que marcaron a los jóvenes de ese momento.

Estos espacios complementan el funcionamiento de los colmadones, discotecas, drinks y bares de la ciudad de Santo Domingo, contribuyendo a que los usuarios