En Tromsø, Noruega, se ha completado la instalación de paneles solares bifaciales verticales más grande del mundo. Esta innovadora instalación, ubicada al norte del Círculo Polar Ártico, consta de 6,400 paneles solares individuales. La orientación vertical de los paneles permite una captación de energía más eficiente en regiones con patrones solares particulares, como el Ártico.
El mundo está inmerso en la revolución de las energías renovables. China es la gran potencia, en Europa estamos viendo el sorpasso de las renovables y hasta estados como Texas se han subido al carro de la eólica y la fotovoltaica. Sin embargo, hay una región en la que apostar por los paneles solares parece un contrasentido: el Ártico. ¿El motivo? Con un Sol que durante gran parte del año está a la altura del horizonte, los paneles tradicionales suenan como un desperdicio. El truco está en ponerlos de pie.
Y en la ciudad de Troms se acaba de terminar la mayor instalación de paneles solares bifaciales del mundo.
Tromsøterminalen. Al norte del Círculo Polar Ártico se encuentra la ciudad de Tromsø. Está en el límite superior de Noruega y en una instalación de almacenamiento se acaba de superar el récord de instalación a nivel mundial de unidades fotovoltaicas verticales, conocidas como VPV. La azotea del Tromsøterminalen alberga desde hace unos días 1.600 unidades VPV que, en total, cuentan con 6.400 paneles solares individuales.
Cubre una superficie de unos 2.670 metros cuadrados y la capacidad instalada es de 320 kWp. Como apuntan en Interesting Engineering, el CEO de Over Easy Solar (empresa noruega que se encargó de la instalación) comenta que se trata del sistema solar vertical ubicado en una azotea más grande del mundo. Demasiados ‘asteriscos’, pero lo cierto es que es impresionante la orientación responde a una necesidad.
Paneles verticales. El norte de Noruega tiene unos patrones solares muy caprichosos. Focalizando en Tromsø, de mayo a julio se da un periodo conocido como el ‘Sol de Medianoche’. El Sol permanece visible las 24 horas del día con diferente intensidad, pero también se da el fenómeno contrario: la ‘Noche Polar’. Desde finales de noviembre hasta mediados de enero, el astro apenas se eleva por encima del horizonte.
Dependiendo de la zona en Noruega, hay entre dos y cuatro meses de luz solar continua y otros dos a cuatro de noche polar. Unos paneles tradicionales no podrían captar prácticamente nada cuando el Sol incide en ángulos demasiado agudos, y es ahí donde los VPV salen a relucir. Si un panel tradicional alcanzaría rendimientos de 485 kWh en condiciones idóneas en esta región, los verticales pueden generar hasta un 55% más de energía: unos 750 kWh anuales.
Sol… y nieve. En los meses invernales, esa diferencia puede llegar a ser tres o cuatro veces superior, pero además de ser más idóneos para captar el Sol cuando está en la línea del horizonte, estos paneles solares verticales se aprovechan del efecto albedo provocado por la nieve que se acumula entre las filas de paneles y refleja la luz solar. Es decir: los VPV están captando luz tanto del Sol como de lo que se refleja en la nieve.
Se calcula que esto puede incrementar la producción energética en más del 30% y, evidentemente, la ventaja de la orientación vertical es que la nieve no se acumula encima de los paneles, facilitando tanto la limpieza (la nieve o el polvo son enemigos de las placas fotovoltaicas) como asegurando una producción más continua.
El de Tromsø no es el primer sistema de este tipo y, de hecho, está inspirado por el éxito de las 1.200 unidades VPV instaladas hace unos años en el estadio Ullevaal de Oslo. Además, es una instalación fácil de realizar (se instaló, según la empresa, en cuatro días por tres personas) y el CEO de Over Easy Solar confía que el de Tromsøterminalen sea un ejemplo para otras ciudades de latitudes extremas. Aunque, realmente, no son sólo útiles en estas condiciones y ya hay quien explora esta solución en carreteras o en las instalaciones de agrovoltaica.
Escalabilidad. De hecho, Over Easy está realizando pruebas en las que miden la producción de paneles verticales no en zonas extremas: sino en uno de los paraísos de la fotovoltaica: España. En el vídeo a continuación vemos cómo produce un cluster de estos paneles en un tejado en Elche:
Y que esté en un tejado es interesante porque un problema que pueden tener las placas solares es su peso medido en kg/m². Un panel tradicional puede pesar entre 15 y 25 kg/m² teniendo en cuenta tanto las celdas como la estructura, herrajes y demás unidades.
El instalado en el Tromsøterminalen tiene un peso de 11 kg/m², lo que facilita tanto la labor de montaje como el poder llenar azoteas con paneles.