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Dom, Oct

España busca revitalizar carreteras abandonadas convirtiéndolas en 'históricas'

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El Gobierno de España ha anunciado un programa para recuperar y valorizar carreteras nacionales que han caído en desuso debido al auge de las autovías. La iniciativa busca catalogar estas vías como 'activos históricos vinculados al transporte', reconociendo su papel en la expansión territorial y el desarrollo del país. El proyecto piloto se centrará en un tramo de la N-IV que atraviesa Despeñaperros.

Si hoy tenemos las carreteras que tenemos, fue porque hace 125 años un escocés y un galés estaban hartos de los polvorientos caminos en aquellos primeros años del automóvil. Empezamos a asfaltar esos caminos, algunos de ellos parte de la columna vertebral del país, pero con el tiempo fueron abandonados al ser adelantados por las autovías. El Gobierno de España quiere darles una segunda vida.

A lo largo de la geografía, hay kilómetros de carreteras nacionales que se encuentran en un estado deplorable. El mantenimiento de las autovías y carreteras más usadas es el que se lleva el presupuesto, mientras que otras quedan a su suerte. Por ello, este 2025, el Gobierno lanza un programa que tiene como objetivo la recuperación y puesta en valor de esas carreteras.

Y la primera ‘carretera histórica’ será un tramo de la N-IV que pasa por Despeñaperros.

A comienzos de septiembre de este año, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles firmaron un convenio de colaboración con un objetivo: recuperación de las carreteras históricas de la Red de Carreteras del Estado.

La idea es catalogar ciertas vías como “activos históricos vinculados al transporte”, lo que implica que esas carreteras, en algún momento antes de ser sustituidas, ayudaron a la expansión territorial con movimientos de población o mercancías.

Para ello, el convenio cuenta con un presupuesto de 300.000 euros (200.000 por parte del Ministerio de Transportes y 100.000 portados por la Fundación de los Ferrocarriles) y, durante los cuatro próximos años, tendrán que identificar qué carreteras son idóneas para convertirse en “carretera histórica”.

Se trata de una acción que seguirá el ejemplo del programa de ‘Vías Verdes’ que ha logrado transformar más de 3.500 kilómetros de antiguos trazados ferroviarios para el uso no motorizado. Hay numerosos pueblos y ciudades que tienen algunos de estos kilómetros de ‘Vía Verde’ con árboles, algún parque, zonas de pícnic y caminos para hacer senderismo o ir en bici.

Y es algo similar a lo que se propone para estas carreteras históricas con el objetivo de frenar la situación de deterioro y pérdida al que están expuestas ciertas vías, así como poner en valor su aportación a las infraestructuras históricas del país. El proyecto tiene el nombre de IVAPCHETE y, además de identificar las vías, debe jerarquizar los tramos atendiendo al valor patrimonial de los trazados de sus elementos vinculados.

En principio, la iniciativa se centra en la Red de Carreteras Españolas, pero puede ampliarse para estudiar carreteras que sean competencias de otras administraciones, siempre que tengan esa vinculación histórica con la red estatal.

Al margen de la iniciativa, ya hay un proyecto piloto: el de Despeñaperros. Durante los próximos meses, la Dirección General de Carreteras del Ministerio impulsará la elaboración de un proyecto de recuperación del trazado de la antigua N-IV. Se trata de un segmento de 28,6 kilómetros entre Almuradiel en Ciudad Real y Santa Elena en Jaén.

No es de extrañar teniendo en cuenta su importancia histórica al ser el acceso principal entre Castilla-La Mancha y Andalucía, símbolo de unidad territorial que facilitó tanto el comercio como la movilidad entre la meseta y el sur peninsular. Durante siglos, antes de llamarse N-IV, claro, fue una arteria esencial, pero la apertura de la más conveniente autovía A-4 dejó a la N-VI en la sombra.

Ahora, volverá a la vida como la primera “carretera histórica”, convirtiéndose en una vía asociada a la movilidad no motorizada y poniendo en valor su importancia cultural. 

Queda ver cuál será el impacto del proyecto y, sobre todo, qué otras vías podrán recuperarse de esta manera.