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Vie, Oct

Canadá y EE. UU. Discuten la Disminución de Aranceles en Reunión entre Carney y Trump

Internacionales
El primer ministro canadiense, Mark Carney, se reunió con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca en un momento de tensión significativa en las relaciones bilaterales. El objetivo principal de la reunión fue discutir la posible reducción de aranceles y avanzar hacia un acuerdo comercial más sólido. Este encuentro se produce en medio de la presión ejercida por la próxima revisión del tratado de libre comercio T-MEC.

Mark Carney, el primer ministro canadiense, realiza una visita a la Casa Blanca este martes en un periodo de relaciones complejas entre Canadá y Estados Unidos. La reunión con el presidente Donald Trump tiene como propósito debatir la disminución de los gravámenes y lograr un pacto de intercambio, todo esto en un entorno de tensión debido a la próxima evaluación del tratado de libre comercio T-MEC.

Carney, exbanquero de 60 años y primer ministro desde abril, se enfrenta a un aumento de las críticas internas y a la expectativa de resultados tangibles frente al gobierno estadounidense, que ha establecido diversas medidas arancelarias sobre productos canadienses. Canadá depende en gran medida del comercio con su vecino del sur, ya que el 75 % de las exportaciones canadienses se dirigen a Estados Unidos y más del 77 % del comercio bilateral permanece libre de impuestos bajo el T-MEC.

Sin embargo, Trump mantiene tarifas sectoriales, conocidas como Sección 232, que imponen un 50 % sobre el acero y el aluminio importados desde Canadá, y hace poco anunció un 25 % de impuestos sobre camiones pesados a partir de noviembre. Carney busca obtener concesiones en estos sectores, aunque las perspectivas son moderadas.

El experto en política canadiense Daniel Béland, de la Universidad McGill, señaló que Carney enfrenta la obligación de asegurar al menos una rebaja en algunos aranceles y que regresar sin progresos podría generar críticas de la oposición y la opinión pública.

La visita tiene lugar en un contexto de roces históricos. Trump ha insinuado la posibilidad de convertir a Canadá en el “estado número 51” durante un discurso militar, y los comentarios sobre revisiones del T-MEC han provocado inquietud en Canadá sobre la estabilidad del acuerdo. Carney, que eliminó impuestos a empresas tecnológicas estadounidenses y retiró aranceles del gobierno anterior sin obtener concesiones recíprocas, busca restablecer las relaciones bilaterales y asegurar que la revisión del tratado proteja los intereses canadienses.

La economía canadiense enfrenta presiones adicionales, con una caída del PIB del 1,5 % en el segundo trimestre, y los analistas indican que la reunión es fundamental para el futuro del comercio, la inversión y la cooperación estratégica entre ambos países.

El intercambio comercial entre Canadá y Estados Unidos es amplio y profundo. A diario, cruzan la frontera bienes y servicios por un valor de 2.500 millones de dólares. Canadá es el principal proveedor de acero, aluminio, uranio y 34 minerales críticos que son de interés para el Pentágono, y suministra aproximadamente el 60 % del petróleo y el 85 % de la electricidad consumida en Estados Unidos.

Carney también busca asegurar un diálogo más ágil para mantener la estabilidad del comercio y la relación económica, en un contexto donde la administración estadounidense ha indicado que busca ajustes que beneficien a su industria local. En declaraciones recientes, Trump indicó que esperaba que Carney tratara el tema de los aranceles y expresó que “muchas empresas canadienses se están trasladando a Estados Unidos”, reflejando la presión que sienten los exportadores canadienses.

El primer ministro canadiense, por su parte, resaltó que la estructura del T-MEC sigue siendo ventajosa, ya que más del 85 % del comercio bilateral continúa libre de tarifas, y el promedio de aranceles estadounidenses sobre productos canadienses es de 5,6 %, el más bajo entre sus socios comerciales.