El oro experimentó un notable aumento en el mercado financiero, alcanzando niveles sin precedentes. Este incremento se produjo en un contexto donde las acciones y los bonos globales mostraban una recuperación gradual. El optimismo de los inversores, impulsado por la anticipación de una posible reducción en las tasas de interés en Estados Unidos, jugó un papel importante en este comportamiento del mercado. Se espera que el precio siga subiendo en el corto plazo.
El oro resaltó nuevamente en los mercados financieros este martes, con un aumento sin precedentes, mientras que las acciones y los bonos a nivel mundial mostraban cierta estabilidad. La inestabilidad política en Francia, Japón y Estados Unidos se extendía por los mercados, aunque sin anular el optimismo de los inversionistas ante una posible disminución de las tasas de interés en Estados Unidos.
El banco Goldman Sachs indicó que el reciente incremento en el valor del metal precioso también se debió a una demanda constante por parte de bancos centrales e inversionistas occidentales, estableciendo un precio objetivo de USD 4.900 por onza en el corto plazo.
El avance del oro en 2025 es notable, con un aumento del 53%, mientras que el incremento total en los últimos cinco años, desde la pandemia de 2020, alcanza el 112 por ciento.
“Este rendimiento refleja un entorno de fuerte demanda de activos seguros, impulsado por tensiones geopolíticas persistentes, la disminución de la confianza en los mercados tradicionales y las crecientes expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal”, comentó Antonio Montiel, director de Análisis de ATFX Education.
“El impulso al alza fue impulsado por una serie de factores técnicos y fundamentales. En el ámbito fundamental, el panorama macroeconómico muestra una desaceleración en los indicadores de la economía estadounidense, lo que incrementa las expectativas de una flexibilización monetaria futura y reduce el costo de oportunidad de mantener oro, un activo que no genera intereses. La debilidad del dólar frente a otras monedas y los sólidos flujos observados en fondos cotizados (ETF) respaldados en oro refuerzan la tendencia alcista”, añadió Montiel.
Detrás del aumento en la cotización del oro se encuentra también la tradicional búsqueda de seguridad inversora que representa. En este sentido, Balanz Capital describió que “el cierre del gobierno de Estados Unidos (’shutdown’) incrementa la incertidumbre a corto plazo, con la atención del mercado aún centrada en los datos de empleo y en los recortes de la Reserva Federal. Los datos más recientes han reforzado la percepción de una desaceleración en el empleo: el informe de ADP mostró una caída inesperada de 32.000 puestos de trabajo en septiembre, la mayor reducción desde marzo de 2023, en contraste con las previsiones de un aumento de 50.000″.
“A esto se suman las señales del informe JOLTS (Encuesta de vacantes y rotación laboral), que muestran una menor demanda de trabajadores, y la contracción del sector manufacturero, que acumula siete meses consecutivos en terreno negativo”, analizó Balanz Capital.
Continuo diciendo: “Este escenario llevó al mercado a aumentar las apuestas a dos recortes adicionales de tasas antes de fin de año, consolidando la idea de una Fed más moderada. Sin embargo, el cierre del gobierno introduce un riesgo adicional: la ausencia de indicadores clave como las nóminas no agrícolas o incluso el informe de inflación de mediados de octubre, lo que limitaría la capacidad de la Reserva Federal de tomar decisiones basadas en evidencia en su reunión del 29 de octubre”.
A su vez, las amenazas del presidente de EEUU Donald Trump de aplicar recortes a los estados demócratas y despedir empleados federales intensificaron la búsqueda de protección en activos considerados más seguros.