El jefe del Servicio Interno de Impuestos (IRS), Billy Long, fue despedido tras la solicitud del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de datos privados de contribuyentes para identificar inmigrantes indocumentados. Esta petición excedía el acuerdo de colaboración entre ambas agencias para deportaciones, según el Washington Post. La solicitud del DHS incluía información sensible de declaraciones de impuestos, generando oposición interna en el IRS por vulnerar derechos y exponer datos privados. La Casa Blanca defendió la colaboración entre agencias para prevenir el aprovechamiento de beneficios por parte de inmigrantes indocumentados.
El director del Servicio Interno de Impuestos (IRS), Billy Long, fue destituido de su cargo este viernes. La causa, según una información exclusiva publicada por el Washington Post el sábado, fue la solicitud del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de datos privados y sensibles de contribuyentes para verificar las direcciones de presuntos inmigrantes indocumentados. Esta petición superaba los términos del acuerdo de colaboración entre ambas agencias para facilitar las deportaciones.
El jueves, el DHS pidió al IRS que proporcionara datos personales adicionales de una lista de 40.000 personas sospechosas de residir ilegalmente en Estados Unidos, utilizando información confidencial de los contribuyentes.
Inicialmente, el IRS colaboró identificando aproximadamente el 3% de los nombres de la lista, principalmente aquellos asociados con un Número de Identificación Fiscal ITIN, utilizado por muchos indocumentados para trabajar y pagar impuestos en Estados Unidos.
La discrepancia entre el IRS y el DHS surgió el viernes cuando este último solicitó a la agencia tributaria datos de declaraciones de impuestos, incluyendo aquellos que reclamaron exenciones fiscales a las que, por su estatus legal, podrían no tener derecho.
Este tipo de información fiscal, cuyo uso para deportaciones ha sido criticado por abogados especializados en privacidad tributaria, generó la oposición de altos funcionarios del IRS por considerar que exponía datos altamente sensibles y vulneraba derechos, según el diario.
Si bien fuentes no confirmaron una relación directa entre este incidente y su salida, Long reiteró internamente que el IRS no compartiría información más allá de lo estipulado en un acuerdo firmado con el DHS en abril.
La Casa Blanca emitió un comunicado indicando que "La Administración Trump está trabajando para eliminar silos de información y prevenir que ilegales se aprovechen de los beneficios que están pensando para contribuyentes americanos que trabajan duro".
El DHS confía en que una mayor participación del IRS, que tradicionalmente se ha mantenido al margen de asuntos migratorios para no disuadir a los inmigrantes de pagar impuestos, en la campaña de deportación masiva de Trump podría facilitar la captura de siete de los aproximadamente once millones de indocumentados que se estima viven, trabajan y pagan impuestos en el país.