Las protestas contra el conflicto en Gaza han marcado la Vuelta a España 2025, con interrupciones en varias etapas debido a manifestaciones. La participación del equipo Israel-Premier Tech ha exacerbado las protestas. Para la etapa final en Madrid, las autoridades han implementado un importante dispositivo de seguridad.
La Vuelta a España 2025 ha generado atención internacional, no solo por la competición ciclista, sino también por las protestas contra el conflicto en Gaza que han utilizado el evento como plataforma. Estas protestas, intensificadas por la participación del equipo Israel-Premier Tech, han provocado interrupciones y altercados durante varias etapas.
Tres factores han contribuido a esta situación: el conflicto en Gaza y la indignación que genera, la tradición del ciclismo como escenario de protestas, y la presencia del equipo Israel-Premier Tech, vinculado a un empresario con fuertes lazos con Israel. La participación de este equipo ha convertido a sus ciclistas en blanco de las manifestaciones.
El director técnico de la Vuelta sugirió que la única solución para los problemas de seguridad era la retirada del equipo Israel-Premier Tech, una opción rechazada por el equipo argumentando que sentaría un peligroso precedente. Sin embargo, el equipo sí accedió a eliminar la mención a 'Israel' de sus maillots, medida que no ha sido suficiente para calmar las protestas.
Las protestas han incluido pancartas, gritos, manifestantes en la carretera, lanzamiento de objetos punzantes, e incluso un árbol colocado en la ruta. Estos incidentes han llevado a la organización a acortar etapas en Bilbao y Galicia, y un ciclista de Movistar se retiró por lesiones sufridas tras una caída provocada por un manifestante. Los ciclistas han advertido que pararán si su seguridad se ve comprometida.
Un director de equipo expresó la preocupación del pelotón por la violencia de las protestas, incluyendo el lanzamiento de cristales, chinchetas y clavos, incluso en zonas neutralizadas. Se han reportado imágenes impactantes de ciclistas con chinchetas en la cara.
Para la etapa final en Madrid, las autoridades han implementado un amplio dispositivo de seguridad para prevenir incidentes. Se desplegarán 1.100 agentes de la Policía Nacional, 400 de la Guardia Civil, y alrededor de 1.000 efectivos del Ayuntamiento de Madrid, incluyendo policías locales, agentes de movilidad y SAMUR. El objetivo es garantizar el desarrollo de la etapa final sin mayores altercados, a pesar del legítimo derecho a manifestarse de la ciudadanía.
El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid ha enfatizado el compromiso de compatibilizar el evento deportivo con el derecho a la manifestación pacífica, buscando evitar situaciones similares a las vividas en el País Vasco y Galicia.
Este despliegue masivo de agentes busca blindar la etapa final de La Vuelta, un evento que, más allá del deporte, quedará marcado por las protestas propalestinas.