El gobierno de Venezuela rechazó con firmeza la recompensa de 50 millones de dólares ofrecida por Estados Unidos para la captura del presidente Nicolás Maduro. El canciller Yván Gil calificó la medida como una "burda operación de propaganda política" y una distracción de las acciones estadounidenses. Esta recompensa, que duplica la ofrecida en enero, fue anunciada por la fiscal general estadounidense Pam Bondi, quien acusó a Maduro de narcotráfico y amenaza a la seguridad estadounidense.
El gobierno venezolano manifestó su repudio a la recompensa de 50 millones de dólares ofrecida por Estados Unidos para obtener información que lleve al arresto del presidente Nicolás Maduro. Esta oferta, anunciada el jueves por la fiscal general estadounidense Pam Bondi, duplica la recompensa ofrecida en enero. A través de un mensaje en Telegram, el canciller Yván Gil describió la recompensa como una "patética" operación de propaganda política y la calificó como la "cortina de humo más ridícula" que ha presenciado. Gil criticó la acción de Bondi, alegando que mientras Venezuela desmantela tramas terroristas originadas en Estados Unidos, Bondi realiza un espectáculo mediático para complacer a la ultraderecha venezolana derrotada. Bondi, por su parte, considera la recompensa como "histórica" y califica a Maduro como uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza a la seguridad de Estados Unidos.