El nuevo iPhone Air sorprende por su delgadez extrema, incluso más que el iPhone 6. A pesar de su ligereza (156 gramos), se siente robusto y cómodo en la mano. Sin embargo, este diseño ultraligero implica sacrificios en la autonomía de la batería y las capacidades de la cámara.
El iPhone Air posee un atractivo innegable. Tras manipularlo, está claro: es el iPhone más delgado jamás creado por Apple, superando incluso al iPhone 6. Habrá que esperar a una evaluación completa, pero estas primeras impresiones, obtenidas tras probarlo en las oficinas centrales de Apple en Londres, son muy prometedoras.
Sujetar el iPhone Air por primera vez es una experiencia inusual. Acostumbrado a teléfonos de 180-200 gramos, como el iPhone 16 Pro, la ligereza del Air (156 gramos) resulta sorprendente. A pesar de su delgadez, no transmite fragilidad; al contrario, se siente sólido.
No se intentó romper el dispositivo, pero tras llevarlo en el bolsillo de un pantalón vaquero durante un tiempo, realizando actividades como sentarse o caminar, la experiencia fue positiva. Inicialmente se le trata con cuidado, pero rápidamente se pierde ese temor.
La ergonomía es otro punto clave en dispositivos delgados, ya que pueden resultar incómodos al sujetarlos. Sin embargo, el iPhone Air no presenta este problema. Si bien la sensación es diferente a la de un iPhone estándar, no resulta incómodo para un uso prolongado. Aun así, esto se evaluará a fondo en el análisis completo.
El 'módulo de cámaras', o 'plateau' como se le llama, alberga casi todos los componentes del teléfono, incluyendo la placa base más compacta jamás creada por Apple para un iPhone. La parte trasera se reserva principalmente para la batería. Este diseño, aunque impresionante en su miniaturización, implica una menor autonomía que la del iPhone 17 o el iPhone 17 Pro, haciendo que una batería externa sea un accesorio potencialmente necesario. La cámara también se ve limitada, sin telefoto ni gran angular.
La parte trasera, fabricada con Ceramic Shield, ofrece una textura suave y agradable al tacto, con poca propensión a las huellas dactilares. El cristal de la parte superior, sin embargo, se llena de huellas fácilmente, especialmente en los modelos oscuros. El teléfono se mueve ligeramente al posarlo boca abajo debido a la protuberancia de la cámara, aunque esto se mitiga con el uso de una funda, algo paradójico en un dispositivo tan delgado.
La nueva cámara frontal cuadrada de los iPhone 17 es excepcional, y promete convertirse en un estándar de la industria. Su diseño permite grabar vídeo o tomar selfies en horizontal con el teléfono en posición vertical, además de mejorar la estabilización. La cámara trasera de 48 megapíxeles carece de gran angular y telefoto, aunque Apple asegura una buena calidad de zoom óptico x2. La versatilidad se ve comprometida por esta limitación.
El iPhone Air representa una declaración de intenciones. Su diseño evoca la posibilidad de un futuro iPhone plegable, aunque su materialización aún es incierta. El tiempo dirá si este modelo rompe la tendencia de los 'cuartos iPhones' que suelen tener menos éxito. Por ahora, es un dispositivo impresionante y bien diseñado, aunque con sacrificios en autonomía y fotografía que podrían influir en su aceptación.
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